Realmente fuertísimo fue lo que se escuchó en DDM, el programa que Mariana Fabbiani lleva adelante a través de la pantalla de América TV. Fue allí donde se escuchó la historia de vida de Joaquín Acebo, integrante del elenco de El Eternauta.
Allí, habló de cómo llegó a la serie y contó cómo fue e accidente que cambió su vida y que le dejó como secuela una parálisis facial. «Arranqué con el arte y la actuación a los 11 o 12 años. Empecé a estudiar en distintas escuelas de teatro. Yo soy de Ingeniero Maschwitz, escuelitas tranqui. Luego arranqué en la escuela Teatro Consciente. Soy amigo de Matías Recalt (el actor de La Sociedad de la Nieve). Íbamos al colegio», sostuvo.
«Arranqué a hacer teatro con él. Me metí en el mundo del cine porque cuando él hacía La Sociedad de la Nieve, la misma directora de casting trabajaba en la película que yo hice. En una conversación, Maty me mencionó generosamente. Y mi primer película por la puerta grande fue el protagónico en El Viento que Arrasa, de Paula Hernández, una grosa del cine», expuso.
Ante la atenta mirada de Mariana Fabbiani decidió ir por más. «Llegé ahí porque María Laura era la misma directora del proyecto de El Eternauta y me llamaron. Es muy loco lo que está pasando. Tengo una disociación importante. Es un montón de cosas para procesar lo que está pasando en la calle», manifestó.
Fue allí cuando Joaquín habló de su accidente. «Tuve un accidente en un parque de diversiones a los 5 años, fui con mi familia a pasarla bien al parque de diversiones de Luján, detrás de la Basílica. Mi vieja no quería que me suba a la Montaña Rusa. El Tren Fantasma es un juego bastante tranquilo. El problema fue el que carrito no tenía medidas de seguridad. No tenía cinturón», lanzó.
«Me paré, mi vieja me dijo que me sentara y al conductor se le patinó el freno y en el giro el carrito descarriló y yo que estaba parado salí disparado. Terminé con las piernas sobre el regazo de mi hermano y todo mi torso y cabeza enganchado con las vías. Fue desesperante. Estuve en coma casi un mes», sentenció.