El Gobierno nacional sorprendió al presentarse en la mesa de negociación paritaria con una oferta que generó un fuerte rechazo por parte de los sindicatos estatales: propuso un incremento salarial del 0% para el mes de junio. Ante la negativa de los gremios ATE y UPCN, la reunión pasó a un cuarto intermedio, en medio de un clima cada vez más tenso.
Hasta ahora, el acuerdo vigente contemplaba un aumento del 1,3% mensual para marzo, abril y mayo, acompañado de un bono de $45.000. La nueva propuesta —o, en rigor, la ausencia de ella— profundiza el conflicto entre el Estado empleador y los trabajadores públicos, en momentos en que la inflación acumulada duplica los incrementos salariales registrados en el último año.
«El Gobierno está usando las paritarias para congelar los sueldos y eso vulnera los derechos laborales», denunció el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar. Según el dirigente gremial, el Poder Ejecutivo viola el convenio 154 de la OIT al no respetar el diálogo real con la representación sindical, y advirtió que la paz social está en riesgo si no hay respuestas concretas.
Un relevamiento elaborado por trabajadores del Indec y difundido por ATE estimó que el ingreso mínimo necesario para cubrir las necesidades básicas de una familia tipo asciende a $1.819.121. Esta cifra incluye una canasta alimentaria de más de $630.000 y casi $1,2 millones para cubrir otros bienes y servicios esenciales, lo que contrasta fuertemente con los sueldos actuales del sector público.
En las paritarias del sector privado también están con los salarios congelados por orden del Gobierno nacional
La política oficial de contención salarial se extiende también al ámbito privado. Julio Cordero, secretario de Trabajo, no tiene autorización para homologar acuerdos con subas mayores al 1% mensual. Esta decisión, que responde a las directivas del ministro de Economía, Luis Caputo, ya provocó fricciones con importantes gremios como Comercio, Uocra, Alimentación y la UOM.
En el caso de Empleados de Comercio, el sindicato liderado por Armando Cavalieri cerró un aumento del 5,4% en tres tramos más una suma fija de $40.000 para la rama Turismo, pese a la resistencia oficial. La Uocra, por su parte, declaró el estado de “alerta y movilización” tras el rechazo empresarial a un aumento superior al 1%, y Alimentación enfrenta trabas para conseguir una suba del 3%.
Otro foco de conflicto se da con la UOM, liderada por Abel Furlán, que exige un 6% en dos cuotas, más una recomposición del 5% adicional. Sin embargo, los empresarios solo ofrecieron un 2% dividido en dos pagos, alineados con el techo que impulsa el Gobierno. Con varios frentes abiertos y una inflación aún elevada, el escenario salarial se torna cada vez más complejo.
