En un mensaje cargado de definiciones ideológicas y con un tono desafiante, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, defendió el rumbo económico del Gobierno de Javier Milei y apuntó contra el peronismo, al que acusó de ser el verdadero obstáculo para las reformas que, según él, necesita la Argentina.
Durante una entrevista en La Casa Streaming, el economista no dudó en cargar contra el pasado reciente. “El peronismo es el guardián de los intereses de la casta. Es el partido conservador de la Argentina”, disparó, revirtiendo el sentido clásico del término “conservador” para aplicarlo a quienes, a su entender, se oponen a los cambios estructurales que impulsa el oficialismo.
Sturzenegger también se refirió al ajuste que afecta a los jubilados, uno de los sectores más castigados en los últimos meses. Lejos de prometer soluciones inmediatas, les pidió algo que escasea: paciencia. “Desde que Javier llegó al Gobierno, las jubilaciones han empezado a recuperar poder adquisitivo. Cambió la tendencia”, aseguró, aunque reconoció que los niveles actuales siguen lejos de los deseables.
“No le podés pedir a Milei que en un año revierta el deterioro acumulado en 20 años”, argumentó el ministro, justificando así la dureza del plan de ajuste que lleva adelante la gestión libertaria.
Para contextualizar el presente, Sturzenegger pintó un cuadro oscuro del pasado: “Venimos de un exceso, casi una orgía monetaria durante el gobierno anterior. Eso tiene efectos residuales que todavía estamos pagando”.
Pese a las dificultades, se mostró optimista sobre el futuro. “Si logramos crecer al 4% anual, en 15 años vamos a tener el ingreso per cápita que hoy tiene España. Y si esto se sostiene, yo lo voy a ver”, dijo convencido, al tiempo que celebró el nuevo marco macroeconómico: “Hoy Argentina tiene superávit fiscal, no hay emisión monetaria, no hay problemas en el Banco Central. El único resultado posible es una inflación baja y estable”.
Las palabras del ministro llegan en un momento clave, cuando los sectores más vulnerables del país reclaman respuestas ante la caída del poder adquisitivo y la recesión. Sturzenegger apuesta a que el sacrificio tendrá su recompensa, pero la gran incógnita es si la sociedad —y en especial los jubilados— están dispuestos a esperar.