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Fumata negra en el Vaticano: la primera votación del cónclave no logró elegir al nuevo Papa

La imagen del humo oscuro en el Vaticano fue transmitida en vivo al mundo entero. Habrá una nueva votación el jueves.

Vaticano

El cónclave para elegir al nuevo Papa comenzó este miércoles en la Capilla Sixtina, pero la jornada concluyó sin resultados. Desde la chimenea del Vaticano se vio salir una fumata negra, señal inequívoca de que los 133 cardenales presentes no lograron consenso para designar al sucesor del fallecido Francisco.

La fumata negra indica que ningún candidato alcanzó los dos tercios de los votos necesarios para ser proclamado Pontífice. Se trata de un resultado habitual en las primeras votaciones de un cónclave.

Según informó la Santa Sede, el proceso continuará este jueves con una nueva ronda de votaciones. El cronograma establece que se realizarán dos sufragios por la mañana y, si persiste la indefinición, otros dos por la tarde. En horario argentino, las primeras votaciones serán a las 5.30 y 7.30, mientras que las siguientes podrían realizarse a las 12 y 15.

En total, 133 cardenales con derecho a voto participaron de esta primera jornada, reunidos a puertas cerradas en la Capilla Sixtina, bajo estrictas medidas de aislamiento y confidencialidad. Como es tradición, todos juraron guardar secreto absoluto sobre las deliberaciones y los nombres considerados.

Los favoritos en el cónclave

Hasta el momento, no hay información oficial sobre los favoritos, aunque algunos medios internacionales mencionan al italiano Matteo Zuppi, al filipino Luis Antonio Tagle y al africano Peter Turkson como posibles papables. No obstante, cualquier filtración es tratada con reserva en el Vaticano.

La elección del nuevo Papa se produce en un clima de alta sensibilidad, luego del fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, quien lideró la Iglesia Católica bajo el nombre de Francisco durante 12 años. El nuevo Pontífice tendrá la tarea de consolidar reformas, enfrentar tensiones internas y responder a los desafíos globales del catolicismo.

La mirada del mundo sigue puesta en Roma. Cada jornada de votación renueva las expectativas y, hasta que no se vea salir la tradicional fumata blanca, la Iglesia y sus fieles deberán seguir esperando.