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POLÍTICA

Javier Milei recibió a un alto funcionario de Donald Trump y avanzan en un nuevo acuerdo sanitario con Estados Unidos

El secretario de Salud norteamericano mantuvo una reunión privada con el Presidente. También participaron Lugones, Werthein y Sturzenegger.

Milei

En un nuevo gesto de acercamiento entre la Casa Blanca y la Casa Rosada, el presidente Javier Milei recibió este martes en su despacho al secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., en lo que ya se interpreta como una nueva señal de alineamiento estratégico entre ambos gobiernos. La visita se da en el marco de la gira oficial del funcionario designado por Donald Trump, quien viene de apoyar las nuevas medidas del Ministerio de Salud en materia de desregulación, transparencia y salida de la OMS.

Kennedy Jr. llegó minutos antes de las 10 a Balcarce 50 y permaneció más de una hora reunido con el mandatario, acompañado por el ministro de Salud Mario Lugones y funcionarios diplomáticos de ambos países. En el encuentro, según trascendió, se abordaron cuestiones vinculadas a la cooperación bilateral en salud, el control de aditivos alimentarios y el nuevo marco normativo para medicamentos.

Reunión en Casa Rosada y agenda compartida

El secretario estadounidense fue recibido con un importante operativo de seguridad, que incluyó el cierre del acceso a la prensa acreditada en el lugar. Participaron del encuentro la encargada de negocios Abigail Dressel, la asesora Stefanie Spear, Hannah Ingrid Anderson y el ministro argentino Mario Lugones, uno de los impulsores del nuevo enfoque sanitario del Gobierno nacional.

La reunión con Milei marcó el segundo día de la visita de Kennedy Jr., que incluye reuniones en Cancillería y el Ministerio de Salud. Durante la jornada del lunes, el funcionario norteamericano ya se había reunido con Lugones y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, en lo que fue la antesala de una batería de anuncios sobre el nuevo paradigma en salud pública que impulsa el Ejecutivo.

Coincidencias entre Buenos Aires y Washington

La sintonía quedó en evidencia cuando el ministro de Salud argentino presentó un paquete de medidas que replican buena parte de las propuestas sanitarias del trumpismo. Entre ellas, se destacan la revisión del uso de aditivos en alimentos, nuevas regulaciones sobre medicamentos de alta complejidad y un cambio en el enfoque sobre vacunación.

Desde la cartera sanitaria informaron que se avanzará en la «evaluación técnica de los fast-track» para medicamentos pediátricos y de enfermedades raras, y se exigirá mayor transparencia en los estudios clínicos de nuevas vacunas, aunque se mantendrán campañas de inmunización ya consolidadas como la del sarampión.

En paralelo, Argentina reafirmó su decisión de salir de la OMS, argumentando que su rol ha quedado «contaminado por intereses políticos». Esta medida ya había sido anticipada por Lugones semanas atrás, y encuentra respaldo en la política de salud pública promovida por Kennedy Jr., quien impulsa el lema «Make America Healthy Again» como uno de sus ejes de gestión.

Los Estados Unidos, principal aliado estratégico

La visita de Kennedy Jr. se suma a una serie de misiones oficiales enviadas por la administración de Trump. Antes, ya habían visitado Buenos Aires el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el jefe del Comando Sur, Alvin Holsey. Para el oficialismo, este tipo de visitas refuerzan la lectura de que Estados Unidos considera a Argentina como su socio prioritario en América del Sur.

Desde la Embajada norteamericana se limitaron a señalar que «el secretario espera mantener una conversación sustantiva con el presidente Milei sobre cómo avanzar en las relaciones bilaterales». Sin embargo, en ámbitos diplomáticos reconocen que la reunión también sirvió para expresar la preocupación de Washington sobre el régimen de patentes farmacéuticas vigente en el país, considerado «insuficiente» por el último reporte del USTR (United States Trade Representative).

Un nuevo modelo sanitario

Además de los temas centrales de salud, el encuentro sirvió para consolidar una hoja de ruta común entre Buenos Aires y Washington. Según fuentes oficiales, se revisarán estructuras obsoletas dentro del sistema de salud nacional, se buscará simplificar procedimientos administrativos y se trabajará en «un modelo basado en evidencia científica», en palabras del propio Lugones.

En términos de financiamiento, el foco estará puesto en racionalizar gastos, revisar la asignación de recursos y fomentar un uso eficiente del presupuesto sanitario, con especial énfasis en la prevención y el cuidado primario. El nuevo modelo, aseguran, apunta a reemplazar el enfoque tradicional de reparación por uno basado en la anticipación, la tecnología y la desburocratización.