En un intento por evitar nuevas fricciones con el Gobierno, las principales empresas de prepagas ajustarán en junio sus cuotas por debajo del índice general de inflación, alineándose con el IPC de salud, tal como solicitó el Ministerio de Economía. El gesto fue interpretado como una señal de distensión en una relación que, hasta hace pocas semanas, había sido tensa y conflictiva.
La decisión fue confirmada luego de un relevamiento entre las mayores compañías del sector. De acuerdo a ese sondeo, el aumento promedio rondará el 2,5%, el mismo porcentaje que marcó el rubro salud en el último informe del INDEC. Incluso, algunas entidades aplicarán ajustes más bajos.
Aumentos moderados y diferencias por empresa
Entre los incrementos más conservadores aparece el Hospital Italiano, que aplicará un 2,14%. Le siguen OSDE y el Hospital Alemán, con un 2,45%. En el bloque central, con el 2,5%, se ubican Swiss Medical, Galeno, Sancor Salud y Medifé, cuatro de las prepagas con mayor cantidad de afiliados.
En el extremo superior están Accord Salud, que aumentará un 2,7%, y Medicus, que cerrará el mes con una suba del 3,15%. Esta última había anticipado un incremento mayor, del 4,9%, pero resolvió corregirlo a la baja tras las últimas conversaciones con la autoridad sanitaria.
Un cambio en la forma de definir los aumentos
El nuevo criterio propuesto por el Ejecutivo es que las empresas no se guíen más por el IPC general, sino que lo hagan en base al índice específico del sector salud, que tiende a mostrar variaciones más moderadas. La meta es que el sistema se vuelva más previsible y menos agresivo con los ingresos de la clase media.
Desde el Gobierno apuntan a que los aumentos acompañen la estructura real de costos, sin afectar el acceso ni forzar migraciones masivas hacia el sistema público. En ese sentido, la instrucción fue clara: los valores deberán ser informados a la Superintendencia de Servicios de Salud antes de comunicarse a los afiliados. Ese mecanismo, que aún no está plenamente operativo, se espera que funcione plenamente a partir de julio.
Una relación que comienza a recomponerse
El vínculo entre las prepagas y el Ejecutivo se tensó fuertemente en abril, cuando Luis Caputo acusó a las compañías de «declararle la guerra a la clase media». A partir de entonces, se sucedieron reuniones, pedidos de moderación y una serie de correcciones que apuntaron a calmar el escenario.
En ese marco, también se consolidaron medidas para mejorar la competencia, como el fin de la triangulación de aportes y una mayor regulación en la transparencia de los aumentos. A esto se suma el comportamiento de los medicamentos —uno de los rubros más costosos del sistema—, que vienen aumentando por debajo del IPC general desde hace meses.
Estrategias cruzadas y fin de los reintegros judiciales
Dentro del sector, cada empresa define su política de aumentos con un ojo puesto en los costos y otro en el movimiento del mercado. Las estrategias de captación y retención de afiliados influyen cada vez más en los ajustes mensuales, que también responden al comportamiento de los competidores.
A eso se suma que está a punto de concluir la devolución en 12 cuotas impuesta por la Justicia, tras los aumentos aplicados por encima del IPC en los primeros meses del año. Ese esquema de compensación fue simbólicamente importante, pero tendrá un impacto real cuando desaparezca, ya que desde julio los usuarios volverán a pagar ese diferencial completo.