Mientras la Cámara de Diputados se prepara para debatir una serie de reformas previsionales, el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, lanzó un fuerte reclamo y advirtió que “se sigue discutiendo sobre la miseria” sin abordar el verdadero drama de los jubilados. “Una canasta básica para un adulto mayor ya supera el 1.200.000 pesos mensuales y nadie está hablando de eso”, disparó en declaraciones radiales.
En diálogo con el programa Sin Corbata por Radio Splendid, Semino cuestionó duramente los proyectos legislativos que se tratarán este martes. “Lo que se está por votar es un ajuste del 7% para quienes cobran la mínima, lo que equivale a 25 mil pesos. No es más que una aspirina frente a una hemorragia”, graficó. Según sus palabras, la situación es tan crítica que “la gente no puede comprar medicamentos, pagar expensas ni afrontar un alquiler”.
Semino insistió en que el sistema actual “ya no da para más” y pidió dejar de lado los parches: “Se necesita una reforma previsional integral, pero de verdad. Hay que construir un sistema nuevo, porque lo que tenemos es inviable”.
Uno de los puntos más críticos de su diagnóstico fue el congelamiento del bono compensatorio que reciben los jubilados que cobran el haber mínimo. “Ese bono debe integrarse al haber. Hoy vale la mitad de lo que debería y el Gobierno juega con eso: lo suben, lo bajan, lo congelan. Es un disparate”, denunció.
El defensor también apuntó contra el vaciamiento estructural del sistema jubilatorio, que, según él, se arrastra desde los años 90. “Todavía están vigentes leyes impulsadas por Domingo Cavallo que recortaron los aportes patronales. En 1995 se quitaron 8 puntos y eso fue un desquicio. Así es imposible que el sistema sea sustentable”, explicó.
En contraposición, Semino puso sobre la mesa los modelos de países como Noruega y Finlandia, que previeron el envejecimiento poblacional y utilizaron recursos de la minería y el petróleo para sostener sus sistemas de Seguridad Social. “Esos países hoy lideran los índices de sustentabilidad previsional. En Argentina, mientras tanto, las mineras y petroleras se llevan todo con una simple declaración jurada, sin dejar un peso ni para el país ni para nuestros jubilados”, remarcó con dureza.
Finalmente, lanzó un mensaje que resonó fuerte entre los legisladores: “El sistema está quebrado, y el Estado tiene que poner la plata. La alternativa es el hambre y la muerte silenciosa de nuestros mayores”.