El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a marcar la agenda económica al explicar con claridad cómo funcionará el nuevo sistema de control fiscal. En una entrevista con América 24, destacó que por debajo de los $50 millones por mes, cada persona podrá gastar sus ahorros sin que ARCA lo reporte ni fiscalice. “No hay informe, no hay persecución”, aseguró.
“El límite es claro: hasta $50 millones por mes, por persona, se pueden gastar sin que ARCA intervenga. No hay reporte. Y si no hay reporte, no puede haber persecución”, afirmó Caputo, en una de las frases más resonantes de la entrevista. La declaración sintetiza el nuevo paradigma impulsado por la Casa Rosada: menos controles, más libertad financiera, y presunción de inocencia fiscal.
Fin del modelo que regulaba para la excepción
Caputo aprovechó el espacio para lanzar una crítica directa al modelo anterior. “Argentina regulaba para la excepción. Trataba a los 50 millones de argentinos como si fueran terroristas o narcotraficantes”, aseguró. Según el funcionario, esa lógica generó un sistema asfixiante que alimentó la informalidad y desconectó a los ciudadanos del circuito formal.
El nuevo enfoque, en cambio, propone una relación basada en la confianza: el ciudadano puede usar sus ahorros sin justificarlos por debajo del umbral mensual, sin que esto implique riesgos legales. Solo en caso de operaciones inusuales o fuera de los márgenes, intervendrá la Unidad de Información Financiera (UIF), como sucede en sistemas internacionales.
Alineamiento con estándares globales
Caputo remarcó que la Argentina se está alineando con modelos como el de Estados Unidos. “La UIF pedirá manifestaciones de licitud de fondos solo si hay sospechas reales. No se trata de relajar controles, sino de ordenar el sistema sin perseguir al ciudadano común”, afirmó.
Además, negó que el FMI o el GAFI hayan presionado para implementar esta reforma. “Desde el Fondo Monetario no hubo ningún tipo de objeción”, aseguró, desmintiendo versiones que circularon en medios opositores.
Formalización sin burocracia ni sospechas
Uno de los objetivos principales del nuevo esquema es reducir la economía informal. Caputo explicó que los argentinos podrán realizar operaciones de compra y venta dentro del sistema sin temor a ser auditados injustificadamente. “Queremos que el sistema financiero vuelva a ser un espacio confiable para la gente”, insistió.
La meta es lograr que miles de millones de pesos, hoy inmovilizados por miedo o desconfianza, se integren al circuito formal, fomentando el consumo y la inversión.
Un nuevo régimen para Ganancias y menos presión bancaria
Caputo también se refirió al nuevo régimen simplificado del Impuesto a las Ganancias, que comenzará a regir desde el 1 de junio. Explicó que el sistema enviará automáticamente una propuesta de impuesto a pagar, basada en facturación y gastos deducibles, y que cada contribuyente podrá aceptarla o modificarla sin necesidad de completar formularios complejos.
Además, confirmó que los bancos ya no exigirán declaraciones juradas de impuestos nacionales. Si algún usuario es presionado para entregarlas, podrá negarse y recurrir a Defensa del Consumidor.
Para cerrar, Caputo sostuvo que estas medidas no son solo económicas, sino también simbólicas. “Si queremos que la sociedad vuelva a confiar en la política, la política tiene que empezar por confiar en la sociedad”, señaló.
Volver a confiar en la sociedad
Para Caputo, estas medidas no solo tienen un impacto económico. También buscan cambiar la relación entre el Estado y el ciudadano. “Si queremos que la sociedad vuelva a confiar en la política, la política tiene que empezar por confiar en la sociedad”, subrayó.
El ministro cerró la entrevista reiterando que este paquete de medidas tiene como fin generar un clima económico más sano, facilitar las operaciones cotidianas y estimular el crecimiento desde la base: confianza, formalización y menos trabas para quien decide producir o invertir en Argentina.