En una entrevista en el streaming de Rosendo Grobo, el senador nacional Martín Lousteau repasó su rol actual como opositor no kirchnerista, lanzó advertencias al Gobierno de Javier Milei y también habló del momento más tenso de su carrera: la resolución 125, cuando fue ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner.
Con un tono crítico pero medido, Martín Lousteau afirmó que el actual Gobierno «hace algunas cosas bien, otras muy mal y otras que me parecen directamente peligrosas«. Según el legislador de Evolución, el problema de fondo es la falta de empatía: “Este Gobierno tiene muy poca sensibilidad”.
En un contexto de grieta política, Martín Lousteau aclaró su posicionamiento: “No me paro enfrente del Gobierno porque si mirás qué cosas voto y qué no en el Senado, vas a ver que no me paro con el kirchnerismo. Uno también representa a los votantes”.
Consultado sobre su pasado en el Ejecutivo, recordó con autocrítica su paso por el Ministerio de Economía durante la primera presidencia de Cristina Kirchner: “Me enfrenté con una crisis financiera que recién arrancaba, con la necesidad de fortalecer el frente fiscal y un Gobierno que se negaba a bajar subsidios porque estaban en manos de Jaime, Moreno y De Vido. Ninguno quería soltar esa caja porque la caja es poder”.
Sobre la polémica resolución 125, que desató el mayor conflicto con el campo en 2008, Martín Lousteau admitió: “Fue una responsabilidad. Claro que no fue la mejor decisión, porque no hubiera sido la decisión que hubiera tomado si no estaba presionado por ese círculo del Gobierno”.
Además, reveló cómo era la dinámica interna de ese gabinete: “Lo que hoy es Cristina no era la que ganó en aquel momento. Mi primera pelea fue para que no intervinieran en el precio de la leche en polvo”.
Al hablar de herramientas económicas, el senador no esquivó la discusión sobre retenciones: “Es evidente que las retenciones son una herramienta de política pública. Lo importante es cómo se usan y en qué contexto”.
Lousteau se mantiene como una figura clave en el Congreso, en un espacio que busca diferenciarse tanto del oficialismo libertario como del kirchnerismo. “Hay votantes que están de acuerdo con lo que hago y otros que no, pero yo no voto desde el capricho, voto con criterio y responsabilidad”, concluyó.