No hay dudas de que Desayuno Americano, el ciclo conducido por Pamela David para América TV, es uno de los programas más destacados de la televisión argentina. No solo sorprenden semana a semana con las más impactantes primicias de la farándula argentina, sino que además tienen toda la información del espectáculo.
A poco de la separación de Yuyito González y Javier Milei, en Desayuno Americano invitaron a Rosemary Maturana, que fue recientemente vinculada con el presidente. Picante, dio a conocer un enfrentamiento que hubo entre la ex pareja, y es que desconfiada del libertario, la conductora le agarró el celular y encontró polémicos mensajes.
«Yo creo que con Yuyito terminó mejor. Pero por un acuerdo, porque le vio el teléfono y se armó lío. Le vio unos mensajes míos”, reveló Rosemary. “¿Qué tenían esos mensajes para que Yuyito estallara?”, le preguntó una panelista, a lo esta respondió: “En realidad teníamos muchas llamadas porque últimamente nos hablábamos por teléfono. Le molestó porque era celosa, era insoportable”.
En cuanto a cuál es el vínculo que tiene con Javier Milei, Rosemary contó: “Nos hablamos con cariño, tenemos una amistad de cuatro años. Javier es una persona que te da el gusto en todo. Es complaciente. Él está mal con una pareja en los últimos momentos y es él primero que no te engaña, no está con otra, es monógamo hasta el final. Cuando explota todo, espera hasta que explote y recién ahí se separa”.
Además de hablar de Javier Milei, Rosemary fue consultada por un video en el que se la ve a Brigitte Macron dándole una cachetada a Emmanuel Macron. Al respecto, dijo: “Nosotros no podemos estar en los sentimientos o en los momentos de cada persona. Por lo tanto, es aceptable todo compartimiento que vos tengas espontáneo. Si bien no es aceptable lo que pasó, tampoco se podría haber parado”.
Yuyito González se sinceró
En una reciente entrevista expresó: «Mi cabeza cambió. De 20 años a hoy empecé a ver mi trabajo diferente y doy gracias a Dios porque todo fue un crecimiento para mí. Nunca me quedé estancada en la sensualidad, en la sexualidad. Empecé a ver este tipo de trabajos desde otra óptica. Hoy no me cierra, no me gusta esa exposición».
«Me parece innecesaria. Entiendo que te pagan y que te pagan bien, pero hay un tema filosófico detrás de todo eso, sobre todo en la época de Playboy, que no va conmigo. No digo en las plataformas que presentan mujeres, porque tienen autonomía. Ellas dicen ‘lo hago, no lo hago, es mío, es mi negocio’. Te puede no gustar o no lo haría. Pero no está mal. La persona se hace cargo. Es consciente de que ella es un negocio. En Playboy no, no tenías espíritu. Era ‘lo estoy haciendo para este señor, el dueño’. Lo veo como algo más de sometimiento, más con el discurso de que para ser una mujer reconocida, más que ninguna, tenías que salir en Playboy», agregó Yuyito González.
