No hay dudas de que Desayuno Americano, el ciclo conducido por Pamela David para América TV, es uno de los programas más destacados de la pantalla chica. No solo tienen toda la información de lo que sucede en las vidas de las figuras más polémicas de la farándula, sino que además sorprenden con feurtes primicias.
En esta oportunidad dieron con una de las voces más buscadas del momento, Griselda Siciliani, y es que finalmente salió el divorcio entre Luciano Castro y Sabrina Rojas. «Yo estuve casada y me divorcié la semana pasada. Nos habíamos colgado y un día nos acordamos: ‘che, estamos casados. Hagamos el divorcio», contó la conductora de Pasó en América.
En medio de tanto revuelo, desde Desayuno America le consultaron a Griselda Siciliani cuáles son sus planes de pareja ahora que Luciano Castro finalmente está totalmente disponible. “Ahora, ya se puede casar porque está divorciado”, quiso saber el notero, a lo que la actriz respondió: “Ni idea, qué se yo, no me meto en esas cuestiones, son cosas de él, no sé, no tengo idea”.
Pero lejos de dejarlo pasar, el notero retrucó: “¿Cuánto afecta el vínculo el hecho de que las exparejas hagan canciones o hablen por televisión? ¿Son cosas que entre ustedes hablan?”. Sincera, Griselda Siciliani replicó: “Yo trato de no hablar mucho de mi vida así en términos más solemnes. Sí en tono jocoso y cuestiones más superficiales, que obviamente se pueden charlar y nos podemos reír, divertir ustedes y nosotros, pero después de cuestiones así no, no me dan ganas de participar en esos temas”.
Griselda Siciliani se sinceró
En una reciente entrevista, Griselda Siciliani habló de su relación con Luciano Castro. «Yo creo que le dije que a mí me gusta vivir la vida, pasarla bien. No pensar cuánta seriedad tiene un vínculo, cuánto va a durar, qué vamos a hacer, si nos van a ver, a mí no importa nada. Le dije ‘somos viejos’. Fuimos novios cuando teníamos veintipico. Ahora nos enamoramos más, desde otro lugar, somos otras personas».
«En ese momento nos enamoramos un montón, pero terminó raro, yo me fui y él se enojó conmigo. Después casi no tuvimos vínculo, no trabajamos nunca juntos. Tampoco teníamos tanta buena onda. Algo había quedado feo entre nosotros. Teníamos cariño, pero no había cercanía. Cuando nos volvimos a ver fue desde un lugar más relajado, más cariñoso, los dos solteros», recordó.
«Me gusta disfrutar y pasarla bien. Nosotros tenemos esa dinámica. Lo que le pase a otra persona conmigo no tiene que ver conmigo. A veces se construyen relatos y cosas que son eso, relato. La realidad no tiene que ver con esos relatos. Nuestra historia de amor es mucho más naif y romántica que lo que se puede contar», contó.
