Rosendo Fraga es uno de los consultores más conocidos de la política argentina. Con su estilo moderado, se ha convertido en una referencia obligada para interpretar los grandes movimientos de poder. En una extensa entrevista, el analista explicó por qué Javier Milei dejó de hablar de la «casta política» para apuntar ahora contra la «casta periodística» y cómo este cambio responde, según él, a una nueva etapa en la gestión: la negociación.
Fraga sostiene que el presidente ya no está en modo campaña, sino en modo gobierno. Y por eso adapta su discurso a un escenario donde las alianzas se vuelven imprescindibles. «Está negociando políticamente, eso es obvio», remarcó, y señaló que la agresividad hacia la prensa se inscribe en la misma lógica confrontativa que impulsa figuras como Donald Trump o Vox en España.
Milei como parte de un fenómeno global
Para Fraga, la figura de Milei no es una anomalía local sino la expresión argentina de un fenómeno internacional. «Hace tres años él dijo: ‘Soy Trump, soy Bolsonaro y Vox’. Y hoy, esas figuras que parecían marginales están en el centro del poder. Milei apostó fuerte y acertó», explicó.
En ese marco, el vínculo con Trump y Elon Musk, sumado al respaldo simultáneo del FMI y del Departamento de Estado de Estados Unidos, coloca a Argentina en una posición geopolítica inédita. Fraga incluso comparó esta cercanía con la que supo tener Carlos Menem en los años noventa con la Casa Blanca, pero advirtió: «La moderación ya no es el camino. Hoy se gana con confrontación».
El quiebre de los partidos tradicionales
Fraga fue más allá al describir la crisis del sistema político argentino. Según su lectura, el bipartidismo imperfecto que rigió desde 1945 está en plena disolución, y Milei fue el catalizador. «La Ciudad de Buenos Aires muestra a tres fuerzas con chances reales. Eso nunca pasó», explicó, y remarcó que tanto el radicalismo como el peronismo presentan identidades diluidas.
Sobre el futuro del peronismo fue contundente: «Está en crisis. Para mi generación era dominante, pero ya no es así para los jóvenes». Y agregó que si bien figuras como Cristina Kirchner conservan peso simbólico, su tiempo parece estar cerca del final.
Elecciones, inflación y alianzas improbables
De cara a las legislativas, Fraga no cree que el resultado defina 2027, pero sí que puede marcar el ritmo del Gobierno. «Milei va a duplicar su representación legislativa, gane o pierda. Eso ya es mucho», indicó. Sin embargo, advirtió que sin una alianza sólida en la provincia de Buenos Aires, la oposición podría facilitarle el camino al kirchnerismo.
Fraga también señaló que Mauricio Macri y Milei mantienen una tensión no resuelta. «Milei no va a negociar al estilo tradicional. Macri espera un llamado para repartir ministerios. Eso no va a pasar», sentenció.
El bolsillo también jugará su papel. «La gente vota con la inflación en la cabeza. Si Milei llega con una inflación más alta, le va a costar. Pero si baja, tiene margen para maniobrar. El éxito clave hasta ahora fue el respaldo de Estados Unidos».
Ficha Limpia, agenda legislativa y el valor de lo simbólico
Sobre la caída del proyecto de Ficha Limpia, Fraga relativizó su impacto masivo, pero reconoció que puede incidir en segmentos urbanos con alta participación. «No es mayoritario, pero en una elección muy segmentada puede definir el voto», opinó.
El analista trazó además un balance de la estrategia parlamentaria de Milei: «Pasó de la denuncia a la negociación. Por eso ya no apunta a la casta política sino a la periodística. Cambió el objetivo, como decía la teoría política marxista».
Una mirada a largo plazo: 2050 y los desafíos estructurales
En el final, Fraga se alejó de la coyuntura para plantear una reflexión más amplia. «Hay que mirar hacia 2050. Argentina es un país que puede exportar reactores nucleares y tener 40% de pobreza. Eso no se arregla en dos años. Hace falta una visión estratégica», señaló.
También opinó sobre el nuevo Papa, León XIV, sucesor de Francisco, y la reorientación de la Iglesia católica hacia los países no europeos. «Es una señal clara del cambio de eje global», subrayó. Y sobre Venezuela fue categórico: «Mientras Nicolás Maduro tenga el control del sistema militar y de seguridad, el régimen no va a caer».