Un verdadero sacudón nacional fue el que se generó en las últimas horas. Esto tiene que ver con lo que se volvió a exponer en Argenzuela, el programa que conduce Jorge Rial a través de la pantalla de C5N, y que ante la ausencia del periodista ha quedado en manos de Diego Brancatelli.
Delante de cada uno de los televidentes, se mostró contundente al hablar sobre el fenómeno que vive la Argentina con la serie El Eternauta, la cual es protagonizada por Ricardo Darín y que tiene que ver con la historieta icónica de Héctor Oesterheld que llegó a Netflix.
«La gente está viendo El Eternauta, la gente que está en Netflix. Ya vi cuatro de seis capítulos. Hice dos capítulos un día y dos el otro. Hoy la liquido. Hoy estoy esperando volver para liquidarla», expuso el comunicador en el comienzo de su exposición.
«En la cena ya vamos a empezar a verla. Está muy buena. Es muy recomendable. Hay dos o tres cuestiones muy importantes que giran en torno a El Eternauta. Primero que tenemos un cine maravilloso, una producción audiovisual en la Argentina de primerísimo nivel mundial», aclaró Diego Brancatelli.
«Por todo lo que significa, por los actores, por los efectos. Lo que nos llama mucho la atención es ver lugares comunes, frecuentes, que están la historieta de El Eternauta. El cine argentino y lo que estamos atravesando en la actualidad tiene que ver con la falta de apoyo, de financiamiento al talento argentino. Lo segundo tiene que ver con lo político», manifestó.
«Nadie se salva solo, siempre lo colectivo es mucho más importante que lo individual. Lo tercero es la vida detrás del escritor, Héctor Oesterheld, que es quien escribió El Eternauta, que la siguió en la dictadura. Una historia familiar tristísima atrás con sus cuatro hijas desaparecidas, él también desaparecido. Es imposible no ver esto y no sumergirse en la historia argentina», expuso Diego Brancatelli.
«Son dos los nietos de Oesterheld que sobrevivieron. Dos fueron asesinados, desaparecidos junto a los cuerpos de sus madres. Estaban embarazadas de seis y ocho meses. Nunca pudieron saber si fueron llevadas a Campo de Mayo, donde los militares hacían parir a las mujeres para luego robarles a los bebés», sentenciaron.
