Intrusos, el ciclo conducido por Adrián Pallares y Rodrigo Lussich para América TV, es uno de los programas más vistos de la pantalla chica. No solo sorprenden semana a semana con las más fuertes primicias de la farándula argentina, sino que además consiguen impactantes testimonios.
En esta oportunidad se metieron de lleno en la fuerte contienda entre Elba Marcovecchio y Wanda Nara. La guerra entre ellas explotó luego de que la mediática asegurara tener guardado un fuerte secreto sobre la abogada y su relación con Jorge Lanata. En la salida de su mediación, la abogada rompió el silencio y apuntó directo contra la empresaria.
«Vamos a continuar las acciones, me imaginé que Wanda no iba a venir, es su conducta. Wanda no tiene nada para contar o decir de mi vida, imaginate que Wanda pueda saber algo de nuestra vida, por favor. Lo que me molestó es que dijera que Jorge es mi ex, es mi marido. Amenaza y dice que tiene un gran secreto que contar, que cuente si tiene un secreto. Mentiras tiene para decir», disparó.
«Es personal, no habla la abogada de Icardi, estoy hablando yo a la que ella se refirió como persona. La mediación se terminó, por supuesto que vamos a juicio», arremetió Elba Marcovecchio. Si bien Wanda Nara no expresó públicamente lo que supuestamente sabe sobre la abogada, sí se lo contó a las hijas de Jorge Lanata, Bárbara y Lola.
Tras escucharla, Marcela Tauro apuntó sin pelos en la lengua: «Elba está muy enojada. Se puede arreglar igual. El abogado de Wanda si quiere puede presentar un escrito y tantear si le pide disculpas. Yo creo que por plata Wanda es capaz de pedirle disculpas a Elba. Le pone un pasacalles. Además es engorroso, la Justicia está para otra cosa».
Elba Marcovecchio abrió su corazón
En una reciente entrevista, Elba Marcovecchio se animó a hablar de Jorge Lanata: «Siento que Jorge tenía miedo de que le pasara algo. Pero era un miedo lindo, en el sentido de que lo llevaba a querer vivir feliz siempre, no resignaba ni un solo día, y eso era hermoso. Tampoco es que me lo decía mucho porque para mí era demasiado fuerte».
«Él quería disfrutar, lo único malo es que eso también le hacía no querer dejar el cigarrillo. En realidad, no sé si Jorge salió con una nueva visión de la vida, él ya tenía esta postura de querer estar feliz. Nuestro matrimonio fue un matrimonio de disfrute, compartíamos todo. Le encantaban los chismes, se reía a carcajadas y en casa no hablaba nunca de política», contó.
