En un clima de alta tensión política y sindical, Sergio Palazzo confirmó que será nuevamente candidato a liderar La Bancaria, el poderoso gremio que agrupa a trabajadores del sector financiero. Lo hará como cabeza de una lista de unidad que fue oficializada este viernes y que despeja el camino para su reelección en los comicios del próximo 7 de agosto, donde más de 80.000 bancarios de todo el país estarán habilitados para votar.
Palazzo, quien además es diputado nacional por Unión por la Patria, conducirá una vez más la lista Celeste y Blanca, que fue presentada en un acto realizado en el auditorio Malvinas Argentinas de la sede gremial. Estuvo acompañado por dirigentes del Secretariado Nacional, representantes de seccionales del interior y delegados de base.
La elección se llevará a cabo en 83 seccionales y no solo definirá a las autoridades del sindicato, sino también a los representantes ante el Congreso de la CGT y el Comité Central Confederal, en un contexto donde el rol de los gremios frente a las políticas del Gobierno cobra especial relevancia.
Durante su discurso, Palazzo no ahorró críticas hacia la administración de Javier Milei: “Nos enfrentamos a un Gobierno impiadoso, que no solo desprecia los derechos laborales, sino que además celebra los despidos como si fuesen trofeos. Cada mañana nos desayunamos con anuncios de recortes y ajustes mientras los ricos siguen acumulando”.
Uno de los datos destacados por el líder sindical fue la inclusión récord de mujeres en la nueva conducción: “Por primera vez en nuestra historia, once compañeras formarán parte del Secretariado Nacional”, celebró. También subrayó el recambio generacional, al señalar que “hemos logrado bajar la edad promedio de la conducción en seis años”.
Palazzo estará acompañado por Carlos Cisneros, también diputado de Unión por la Patria, como secretario de Administración Nacional. Ambos representan el ala más combativa del sindicalismo peronista y anticipan una gestión con fuerte presencia política.
La reelección del dirigente llega en un momento clave para el movimiento obrero, en medio de un ajuste económico severo, conflictos laborales crecientes y un Gobierno nacional que busca desarticular la estructura tradicional del sindicalismo argentino. Desde La Bancaria prometen resistir. “No nos vamos a callar. Vamos a defender cada puesto de trabajo y cada derecho conquistado”, cerró Palazzo entre aplausos.
