El dirigente social Juan Grabois volvió a disparar con dureza contra el presidente Javier Milei y su gabinete, a quienes acusó de encarnar un “proyecto antipopular” y de ser funcionales a intereses extranjeros. En diálogo con Futurock, el referente del Frente Patria Grande comparó al mandatario con un personaje decorativo de una monarquía:
“Milei es un bufón de Corte, como pasa en todas las Cortes imperiales. Cuando lo quieran descartar, lo van a descartar. Mientras tanto, le sirve muy bien al poder”.
Con un tono crítico, Juan Grabois aseguró que la verdadera amenaza para el pueblo argentino no es sólo el presidente, sino el “equipo de élite” que lo acompaña:
“Los más jodidos son su staff permanente que estuvieron con De la Rúa, Cavallo y Macri: Caputo, Bullrich y Sturzenegger. El ajustador, el broker estafador y fugador, y la represora. Básicamente, lo que necesita un proyecto antipopular”.
El dirigente popular también reflexionó sobre el fenómeno político que llevó a Milei al poder, y cuestionó la falta de memoria histórica de la sociedad:
“Lamentablemente los argentinos tenemos poca memoria, porque nos acordamos de Macri y Milei, pero no de la bandurria que está abajo, es decir, el verdadero entramado económico que siempre fue el mismo”.
En una clara referencia a los sectores concentrados de poder económico, Juan Grabois lanzó una advertencia directa a los más ricos del país:
“Los pocos malos, que son los multimillonarios, van a tener que pagar todos los impuestos que no pagaron. Y si no lo hacen, van a recibir el mismo trato que ellos le dan a las personas en situación de calle”.
Finalmente, el dirigente social adelantó que su espacio político trabaja en una alternativa electoral para 2027:
“Vamos a poner un presidente o una presidenta con un programa claro, un contrato electoral con el pueblo que diga exactamente qué vamos a hacer y con quién lo vamos a hacer”.
En medio de una crisis social profunda, Juan Grabois vuelve a posicionarse como la voz más combativa del ala popular, con un discurso que promete disputar no solo el poder político, sino también el económico.
