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POLÍTICA

«Tenemos que generar un recambio»: Héctor Daer renuncia tras 24 años en el gremio de Sanidad

El líder cegetista dejará la conducción de ATSA Buenos Aires y no buscará un nuevo mandato en las elecciones de agosto.

Daer

Este viernes vence el plazo para la presentación de listas en las elecciones de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), filial Buenos Aires, y todo indica que Héctor Daer no competirá por otro mandato. Tras 24 años al frente del sindicato, el dirigente de 63 años optó por no renovar su liderazgo, replicando así la postura que adoptó hace apenas 50 días, cuando anunció que tampoco seguiría al frente de la Confederación General del Trabajo (CGT).

En el entorno de Sanidad aseguraron que Daer siente haber cumplido un ciclo. Aunque no lo expresó formalmente, su decisión ya es leída como un gesto poco habitual en el universo sindical, donde las conducciones vitalicias son la norma. Aún no se definió quién encabezará la lista Celeste y Blanca del oficialismo ni si Daer ocupará un cargo dentro de la cúpula que lo suceda.

Disputa interna con figuras emergentes

En la elección del 7 de agosto se espera la participación de al menos dos listas opositoras. La Azul, que representa una escisión del oficialismo, será encabezada por Lucrecia Almada, actual subsecretaria de Acción Cultural y Capacitación de ATSA. Por otro lado, la Bordó, de corte izquierdista, tendrá como figura principal a César Latorre, dirigente del MST y delegado del Hospital Italiano, con vínculos históricos con Vilma Ripoll, vieja adversaria del espacio de Daer.

En las últimas elecciones, celebradas en 2021, Daer obtuvo un respaldo abrumador: más de 22.700 votos frente a los 1.970 de la Bordó. Esta vez, el oficialismo intentará sostener esa hegemonía sin la figura del dirigente que conduce el gremio desde el año 2000.

Más allá del gremio: continuidad en la federación

Su retiro de ATSA no implica, al menos por ahora, un alejamiento total del universo sindical. Daer continúa al frente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), cargo que asumió en 2022 tras la salida de Carlos West Ocampo. Este último, pese a haber dado un paso al costado, sigue formando parte de la conducción como secretario de Educación.

Un gesto que incomoda al sindicalismo tradicional

Al explicar su salida de la CGT, Daer había afirmado: «Después de 9 años al frente de la CGT tenemos que generar un recambio». La frase resuena aún más fuerte en un escenario donde las conducciones gremiales suelen perpetuarse. En la CGT, Daer formó parte del triunvirato que lideró la central obrera desde 2016, junto a Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, y desde 2021 junto al mismo Acuña y Pablo Moyano.

La salida voluntaria de un dirigente con poder real resulta atípica en el sindicalismo argentino. Un relevamiento reciente indica que al menos 13 sindicalistas llevan más de 30 años al mando de sus gremios, y muchos otros superan ampliamente las dos décadas.

Casos aislados y una cultura que resiste los cambios

Casos como los de Guillermo Pereyra o Jorge Omar Viviani son excepcionales. El primero se retiró del Sindicato del Petróleo y Gas Privado tras 38 años, aunque mantuvo el control de su mutual. El segundo renunció en 2020 a su puesto en el Sindicato de Peones de Taxis luego de casi cuatro décadas, y se alejó por completo de la actividad sindical.

A pesar del retiro de Daer, este año se esperan reelecciones de figuras históricas como Gerardo Martínez (UOCRA), Luis Barrionuevo (gastronómicos), Sergio Palazzo (bancarios), Rodolfo Daer (Alimentación), Sergio Sasia (ferroviarios), Amadeo Genta (municipales porteños) y Jorge Sola (seguros). El paso al costado del actual titular de ATSA Buenos Aires, aunque aislado, pone en cuestión la cultura del sindicalismo eterno.