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ESPECTÁCULO

«Tuvo un infarto»: dolor en toda América TV por lo que se comunicó en el ciclo de Sergio Lapegüe

La situación es desesperante.

Sergio Lapegüe

Un momento realmente cargado de sentimientos fue el que se vivió en Lape Club Social, el programa que lleva adelante Sergio Lapegüe a través de la pantalla de América TV. Fue allí donde se escuchó la historia de Claudia, una mujer que denuncia a un vecino.

«Hay una denuncia que está haciendo una vecina. Es una mujer que se contactó con nosotros. Tiene todavía signos de la violencia que aplicaron sobre su rostro», afirmaron en el ciclo. Fue allí cuando dialogaron con Martín Salwe desde Parque Chas, donde se produjeron los hechos.

«Una vecina trabajadora. A menos de 90 metros una amenaza constante de una persona que durante la pandemia la venía amedrentando. A ella y a los vecinos. Es un taxista. Así quedó con su rostro después del 19 de abril. Su vida cambió. Es una persona violenta», expusieron.

«Se sintió un estruendo en la puerta de mi casa. Mi marido se asomó y lo vio a él con el auto estacionar», apuntó la mujer sobre el momento anterior a la agresión que terminó sufriendo. «Este tipo no puede seguir manejando un taxi, hay que evaluar su salud mental y si no meterlo en cana…», dijo en ese momento Mauro Szeta.

«No saben si va a poder su cara en un año», apuntaron con dolor a raíz de este golpe. Fue en ese momento cuando la mujer volvió a tomar la palabra y rompió en llanto. «Los médicos me dijeron que la recuperación es un año. Hoy no siento la mitad de mi cara. Yo trabajaba en negro cuidando a un bebé. Necesitaba hacerlo… estoy sin laburo. Tuve que pagar un montón de plata», señaló en el programa de Sergio Lapegüe.

«Yo soy paciente de riesgo, mi marido tuvo un infarto, tuvo dos stents. Yo trabajé desde los 16 años…», sostuvo. «En la Justicia no te dan pelota, lo largaron. Estás con poca guita en el bolsillo», le dijeron a Claudia. «Dicen que son diez los vecinos que denunciaron a este hombre. Alguien, carajo, puede darle una mano, puede hacer algo y determinar la salud mental al imputado», pidió Mauro Szeta enojadísimo.