El periodista y conductor Víctor Hugo Morales tras las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires (CABA), denunció el avance de la derecha en el distrito porteño y llamó a enfrentarla con identidad y convicción. «El único rival del fascismo de la época es el peronismo», afirmó Morales y agregó: «Para jugarle a la derecha habrá que ser lo que se es, con los dos dedos en V».
Desde su programa en AM 750, Morales desmenuzó lo que definió como «una ciudad de pobres corazones», en referencia tanto al resultado electoral como a la apatía que caracterizó la jornada. «Javier Milei define a la ciudad en la apatía del electorado, y en la falta de valores de los que sí votaron», dijo, y apuntó que el presidente convirtió los comicios en «un referéndum de su gobierno».
Fiel a su estilo irónico, el comunicador de 77 años retrató las reacciones del arco político opositor como una caricatura. «La interna de la derecha en la Ciudad de Buenos Aires dejó algunas postales. Milei entrando como un payaso que se vuelve loco al festejo, Macri en TN explicando que tenía que ir al mundo árabe diciendo algo que no se entendió muy bien de Vargas Llosa; Horacio Rodríguez Larreta haciendo el Topo Gigio», enumeró.
Morales fulminó a Mauricio Macri
El locutor uruguayo cuestionó además el operativo electoral del macrismo. «Mauricio Macri se basó en la Ficha Limpia, el caballito de batalla de Lospennato. Quiso hundir a una adversaria, y se quedó moviendo los brazos en las arenas movedizas de la ciudad», disparó el locutor uruguayo y agregó: «Larreta, que iba a ser presidente, medio escondido como el que se asoma en el teatro para ver cuánta gente vino. Y Marra, provocando pena y vergüenza ajena».
En su análisis más profundo, Morales destacó que el peronismo debe recuperar su potencia desde la identidad. «También la ciudad enseña en su malicia que, para jugarle a la derecha, habrá que ser lo que se es. Será con los brazos como saludando en el balcón, y será la marcha y la disfonía de pueblo que se defiende de una feroz oligarquía y de la traición de clase de los propios. Será siendo lo que es, o no será nada».
«La política es así. Macri, que se pensó que iba a ser el gran ordenador, está ahí sentado en TN explicando a su jefe qué es lo que pasó. Pero si Macri camina por la vida habiendo hundido a un país, y Larreta mete un ocho en la ciudad con la que bailó el tango de la corrupción, todos tienen una chance de volver. La ciudad de pobres corazones siempre tiene uno para ellos», concluyó.