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POLÍTICA

Victoria Villarruel se defendió de las críticas por no saludar a Milei en el Tedeum: «Yo no juego sucio ni por la espalda»

La vicepresidenta contestó a las críticas recibidas en su última publicación en Instagram sobre el 25 de mayo.

Victoria Villarruel

El pasado domingo 25 de mayo, durante el Tedeum en la Ciudad de Buenos Aires, se vivió un tenso hecho. El presidente Javier Milei no se saludó con su vice, Victoria Villarruel, lo que dejó en evidencia que la fórmula presidencial está quebrada hace tiempo y que se encuentran en un punto de no retorno. Justamente por esta lejanía entre los dirigentes fue criticada la titular del Senado, que contestó en redes sociales.

«Yo no juego sucio ni por la espalda. Las cosas las digo siempre en la cara, incluidas las críticas. No traiciono y no hago lo que no me gusta que me hagan a mí. Y ya está bien de estar dudando de mi rectitud», le respondió la exdiputada de La Libertad Avanza a un usuario que le comentó en su última publicación que le «jugó sucio» al presidente.

Otro usuario le planteó que la «alta política» la hizo creer que podía «aspirar a más» y que le recomendaba tener valores delante de Dios, sabiendo de la creencia religiosa de la vicepresidenta: «Dios sabe mis valores porque practico la religión en la que creo. Y con mucha humildad me callo la boca ante las opiniones infundadas como la tuya», contestó.

Siguiendo con las críticas, otro usuario le planteó que sus funciones en el Senado no van en línea con el Gobierno y que no está dando «la batalla cultural» desde el lugar que le toca hoy. «La batalla cultural la vengo dando desde hace 20 años!! Malvinas, el aborto, las FFAA, los 70, el trabajo, el campo, los pueblos “originarios”… te pensas que nací ayer? Hace 25 años que estoy luchando por todas estas cuestiones. Hay que salir del tupper y ver que pasa en el mundo, así no se comentan pavadas», replicó Victoria Villarruel en Instagram.

Relación rota en Casa Rosada

Desde 2024 que Javier Milei y Victoria Villarruel tienen una relación distante y cada vez más compleja. El presidente la acusó de estar más cerca de «la casta» que de «la gente de bien» y que la llegada a la vicepresidencia cambió la visión de la exdiputada, quien en el Senado trabaja para que salgan las iniciativas libertarias en la medida de lo posible, algo que el triángulo de hierro cuestiona que podría hacer de mejor manera.

Como si eso fuese poco, la vicepresidenta no participa de las reuniones de gabinete semanales ni tampoco tiene incidencia en las medidas políticas que toman desde Casa Rosada. Con esto y el saludo que no se concretó quedó claro que el vínculo está roto por completo al punto de no tener retorno en el corto plazo.