En medio del avance vertiginoso de la Inteligencia Artificial (IA) y su creciente influencia en la comunicación política, el diputado nacional Oscar Agost Carreño presentó este martes un proyecto de ley inédito que apunta directo a un fenómeno preocupante: la manipulación digital de campañas electorales a través de contenidos falsos generados por IA, conocidos como deepfakes.
La iniciativa, que modifica el Código Nacional Electoral, plantea una sanción contundente: inhabilitar como candidatos a quienes participen en la creación, difusión o financiamiento de contenido político falso generado con IA. La medida alcanzaría no solo al responsable directo, sino también a toda su lista electoral, en caso de comprobarse connivencia.
“La IA puede ser una herramienta para el bien común, pero también un arma de manipulación masiva. No podemos permitir que las elecciones se definan por mentiras sintéticas viralizadas”, sentenció Agost Carreño al presentar el texto.
IA, política y el peligro de la desinformación viral
El proyecto establece un procedimiento sumarísimo ante la Justicia Electoral para resolver estos casos en tiempo real durante las campañas, evitando que las decisiones lleguen tarde y sin efecto.
El texto cita casos recientes que encendieron alarmas en el sistema político argentino, como el video generado con IA que simulaba un anuncio falso de Mauricio Macri apoyando a Manuel Adorni en plena veda electoral, perjudicando a su compañera de partido Silvia Lospennato. También menciona el uso no autorizado de la voz de “La Mona” Jiménez en jingles manipulados, y la circulación de discursos apócrifos atribuidos al gobernador Martín Llaryora.
“Es un atentado contra la voluntad popular”
Para el legislador de Encuentro Federal, estas prácticas “rompen el principio básico del sufragio informado y libre, ya que distorsionan la percepción de los votantes con recursos digitales que son difíciles de detectar y desmentir a tiempo”.
“Con este proyecto quiero establecer una sanción ejemplar, porque si no hay consecuencias, el uso fraudulento de la IA puede derivar en una crisis de legitimidad democrática”, sostuvo Agost Carreño.