Un informe elaborado por la consultora internacional FocusEconomics con más de 50 bancos y consultoras privadas nacionales e internacionales proyectó que el dólar oficial cerrará 2025 a $1.337,7 y escalará a $1.568,4 hacia finales de 2026. La tendencia refleja una devaluación moderada en línea con el nuevo esquema de flotación administrada que aplica el Banco Central desde abril.
El relevamiento, difundido en el informe LatinFocus de junio, también ajustó las previsiones sobre crecimiento económico, inflación, tasa de interés y evolución fiscal. En líneas generales, los analistas anticipan una recuperación sostenida de la actividad, caída de la inflación, mejora de las cuentas públicas y reducción de la deuda.
Dólar: flotación controlada y trayectoria estable
La nueva política cambiaria definida por el Gobierno establece una banda de flotación entre los $1.000 y $1.400 por dólar. Según los analistas, este esquema permitió contener presiones devaluatorias sin recurrir a controles extremos. De mantenerse la disciplina fiscal y el respaldo del FMI, la evolución cambiaria seguiría una trayectoria ordenada.
La proyección para 2025 ubica el tipo de cambio en $1.337,7, y para 2026 en $1.568,4, lo que implica una devaluación progresiva, sin saltos bruscos.
Inflación en retroceso y tasa en baja
En materia inflacionaria, las estimaciones marcan un sendero descendente. Para 2025, LatinFocus proyecta un aumento promedio del 42,6%, con una corrección a la baja de 1,3 puntos porcentuales respecto al informe anterior. Para 2026, se espera una inflación del 23,6%.
La desaceleración se explica por factores como la estabilidad cambiaria, el fin de los controles de precios, la menor emisión monetaria, la baja de tasas y el estímulo a la competencia interna.
En mayo, el índice oficial interanual marcó 43,5%, el nivel más bajo desde marzo de 2021, mientras que la inflación mensual se ubicó en 1,5%, por debajo del 2,78% de abril.
En paralelo, el Banco Central redujo la tasa de política monetaria de 32% a 29%, acumulando un recorte de más de 100 puntos desde fines de 2023. Los analistas esperan que cierre 2025 en 26,58%, y 2026 en 19,19%.
Fuerte crecimiento proyectado para 2025 y 2026
En cuanto a la actividad económica, el informe elevó la proyección de crecimiento del PBI a 5% para 2025, con una expansión del 3,4% en 2026. Los sectores más dinámicos son construcción, comercio minorista, servicios financieros e industria.
El indicador EMAE mostró un alza del 5,6% interanual en marzo, sumando cinco meses de crecimiento. Si bien cayó 1,8% mensual, la tendencia de fondo sigue positiva: la variación anual promedio pasó de 0% a 1,1%.
En el plano industrial, la producción creció 8,5% interanual en abril y 2,2% mensual desestacionalizado, con una mejora de la media anual de -4,8% a -2,7%.
Superávit fiscal y caída de la deuda
Otro de los datos destacados por LatinFocus fue la reducción del déficit fiscal, que pasará de un promedio de -3,9% del PBI (2021–2023) a un superávit de 0,2% (2024–2026). Entre 2027 y 2029 se espera una estabilidad fiscal con un desequilibrio mínimo de -0,2%.
En línea con esa consolidación, la deuda pública caerá del 106,6% al 77,2% del PBI, y alcanzará el 65,2% en 2029, reflejando una mejora estructural en las cuentas del Estado.
La cuenta corriente externa, por su parte, se mantendría prácticamente equilibrada, con un promedio del -0,1% del PBI tanto en el mediano como en el largo plazo.
Medidas promercado y estímulo al consumo
El informe también valoró la decisión del Gobierno de eliminar gradualmente aranceles a productos electrónicos, lo que impactará en una baja del costo de importaciones y favorecerá la competencia y el consumo interno. Los analistas consideran que este tipo de reformas estructurales es clave para mantener el sendero de estabilización.
Finalmente, se proyectó que el crecimiento económico promedio para el trienio 2024–2026 será del 2,2%, y del 2,9% entre 2027 y 2029. La mejora es atribuida a la normalización macroeconómica, el orden fiscal y la previsibilidad regulatoria impulsada desde el oficialismo.