Una nueva medida de fuerza convocada por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) provocó esta jornada la cancelación de más de 20 vuelos y la reprogramación de casi 30 servicios de Aerolíneas Argentinas, afectando a unos 6.000 pasajeros justo antes de dos fines de semana extra largos.
El paro se inició a las 18:00 y se extenderá hasta las 2:00 del miércoles, impactando en la operatoria de los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque. La propia compañía estimó pérdidas económicas por unos 1,1 millones de dólares, en medio de una temporada turística clave y con la temporada invernal a la vuelta de la esquina.
Desde la empresa estatal fueron contundentes: «Esta medida carece de fundamentos laborales. Responde a una agenda política de la conducción de APLA, no a los intereses reales de los trabajadores», aseguraron en un comunicado oficial.
Según Aerolíneas, el conflicto sorprende dado que hace menos de tres semanas se firmó un acuerdo paritario, y durante los encuentros posteriores con el gremio «no se presentaron reclamos urgentes que justifiquen una medida de esta magnitud». En un tono más crítico, la compañía acusó al líder sindical Pablo Biró de utilizar a los pasajeros “como rehenes” para presionar a la gestión actual.
Del otro lado, APLA defendió la medida asegurando que la industria aerocomercial atraviesa un «momento críticamente complejo», y apuntó contra la empresa por «incumplimientos contractuales, atrasos salariales, falta de inversión, y fallas técnicas repetidas en las aeronaves». Además, denunciaron «la ausencia de un plan estratégico claro» para el futuro de Aerolíneas.
El gremio también remarcó su preocupación por «cambios unilaterales en procedimientos y programación de vuelos», situaciones que —según sus voceros— impactan directamente en la seguridad operativa y el desgaste profesional de los trabajadores.
Mientras tanto, la empresa estatal recomendó a los pasajeros:
- Revisar el estado de su vuelo en el sitio oficial.
- Contactarse con su agencia de viajes, si la compra fue intermediada.
- Optar por la reprogramación sin cargo o solicitar la devolución total, dado que se trata de un caso de fuerza mayor.
Este no es el primer conflicto en lo que va del año: antes de Semana Santa, APLA ya había amenazado con un paro que finalmente fue desactivado tras negociaciones express. Pero ahora, con el inicio del receso invernal acercándose, la tensión gremial amenaza con un nuevo frente de tormenta para la aviación comercial argentina.
