El embajador de Irán ante Naciones Unidas en Ginebra, Ali Bahreini, descartó categóricamente que su país pueda renunciar a su programa de enriquecimiento de uranio como consecuencia de los ataques de Israel, asegurando que esas actividades «tienen únicamente fines pacíficos».
Las declaraciones de Bahreini cobran especial relevancia en el contexto actual, donde los ataques destruyeron la parte sobre el suelo de la Planta Piloto de Enriquecimiento de Combustible de Natanz, un extenso sitio que ha estado operando desde 2003 y donde Irán había estado enriqueciendo uranio hasta un 60 % de pureza, según informó el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Esta instalación constituye una pieza clave del programa nuclear iraní y su afectación representó uno de los objetivos principales de los bombardeos israelíes iniciados el pasado viernes.
El diplomático iraní sostuvo que «la historia y la experiencia» le han enseñado a Irán que debe ser autónomo y valerse por sí mismo, sin depender de la cooperación de otros países. En este sentido, recordó episodios como la pandemia de COVID-19, cuando «nadie suministró vacunas a Irán», utilizando este ejemplo para justificar la política de autosuficiencia que impulsa el régimen de Teherán en diversos ámbitos, incluido el nuclear. Esta posición refleja la desconfianza histórica del país hacia la comunidad internacional y su determinación de mantener capacidades propias en sectores estratégicos.
Preguntado específicamente sobre si la ofensiva israelí haría retroceder el programa nuclear iraní, el embajador lo negó rotundamente, asegurando que «las actividades de investigación nuclear continúan, nuestros científicos seguirán (trabajando) conforme a los planes definidos». Esta declaración se produce en un momento crítico, cuando en junio de 2025, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) determinó que Irán no cumplía sus obligaciones nucleares por primera vez en 20 años, y analistas advierten que las actividades nucleares iraníes superan cualquier propósito civil plausible.
Israel no ha podido detener las actividades nucleares de Irán
El conflicto entre Israel e Irán ha entrado en su sexta jornada consecutiva, con 24 personas muertas en Israel y 224 en Irán por los ataques desde el inicio de las hostilidades. Los bombardeos israelíes se han centrado particularmente en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, matando a cuatro altos mandos militares, además de varios científicos destacados y decenas de civiles. La estrategia israelí parece dirigida a debilitar tanto las capacidades nucleares como la estructura de comando iraní, aunque hasta ahora no ha logrado disuadir a Teherán de continuar con sus actividades nucleares.
Por otra parte, Bahreini recalcó que no existe ningún instrumento legal que impida a Irán desarrollar un programa de enriquecimiento de uranio con propósitos pacíficos, desafiando las presiones internacionales y los intentos israelíes por frenar estas actividades mediante la fuerza. El embajador iraní también advirtió que su país considerará a Estados Unidos como responsable directo si se une a las operaciones militares israelíes y dijo: «Ya vemos a EE.UU. como cómplice de las agresiones israelíes». Esta advertencia subraya la preocupación iraní sobre una posible escalada que involucre directamente a Washington en el conflicto.