El excelente presente de los equipos brasileños en el Mundial de Clubes 2025 no solo genera ilusión deportiva, sino también política. Aprovechando el impulso, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ya movió fichas para convertirse en sede del torneo en 2029. Así lo dejó en claro Samir Xaud, nuevo presidente del organismo, durante un encuentro clave con Gianni Infantino, titular de la FIFA.
La propuesta que ilusiona a todo un país
Durante la Cumbre Ejecutiva de Fútbol de la FIFA, celebrada recientemente, Xaud aprovechó su primera gran aparición internacional para presentar una propuesta formal. El dirigente no solo elogió la calidad del certamen y la actuación de los clubes brasileños, sino que propuso a Brasil como anfitrión de la próxima edición. Según su propio relato, la respuesta de Infantino fue más que alentadora.
«Hablé de mis objetivos al frente de la CBF y dije que queremos acercarnos a la FIFA. Elogié el evento y el nivel de los clubes brasileños y, finalmente, ofrecí al país como sede del próximo Mundial. El presidente Gianni Infantino se mostró muy feliz y dijo que era totalmente posible. Ahora vamos a trabajar para que suceda», expresó el directivo.
Flamengo y Botafogo, los mejores embajadores
Mientras la candidatura toma forma, los equipos brasileños se encargan de reforzar el entusiasmo desde el campo de juego. En la segunda fecha del certamen, Botafogo dio el primer gran golpe tras vencer por 1 a 0 al PSG, flamante campeón de la Champions League. Más tarde, Flamengo consolidó el sueño brasileño con una victoria por 3 a 1 ante Chelsea, reciente ganador de la Conference League.
Los triunfos no solo posicionan a los clubes en lo más alto de sus grupos, sino que envían un mensaje claro al mundo: el fútbol brasileño está más vigente que nunca. Y no solo en lo deportivo: también quiere hacer historia como organizador.
Un país con historia y ambición mundialista
Brasil ya cuenta con la infraestructura, la tradición futbolera y la experiencia previa de haber albergado torneos de la FIFA, como el Mundial 2014. Pero esta vez, la apuesta es distinta: ser el centro del fútbol de clubes más competitivo del planeta, con los mejores representantes de cada confederación reunidos en suelo sudamericano.
La carrera por organizar el Mundial de Clubes 2029 recién comienza, pero el primer paso ya está dado. Con clubes que compiten de igual a igual ante gigantes europeos, y un presidente decidido a llevar al país a un nuevo hito, Brasil se anima a soñar en grande.