Un informe de la consultora Bain & Company reveló que, frente al ajuste económico, los argentinos recortaron gastos en ropa, alimentos y otros rubros de consumo cotidiano. Según el relevamiento, el 48% ajustó su presupuesto en comida, mientras que el 39% lo hizo en vestimenta. La pérdida de poder adquisitivo golpeó directamente al consumo.
El consumo cayó fuerte en comida, ropa y cuidado personal
Otros rubros también reflejan la misma tendencia. El 32% de los encuestados disminuyó sus visitas a restaurantes y un 28% dejó de pedir comida a domicilio. También se notó una baja en el gasto en productos de cuidado personal, alcohol y transporte. En cada caso, la prioridad fue achicar los consumos que no son indispensables.
La estrategia de los hogares para enfrentar la situación incluye varios frentes. Un 43% de los consumidores empezó a elegir segundas marcas, mientras que el 31% opta por las marcas propias de supermercados. Este cambio busca sostener el consumo, pero a menor costo.

Además, el 33% dijo que redujo su gasto en energía, y un 38% compra menos productos en general. El 36% directamente dejó de adquirir algunos artículos. Incluso, un 30% reemplazó actividades fuera del hogar por otras dentro de su casa, como una forma de seguir adelante con menor gasto.
Solo una minoría logra ahorrar sin dejar de consumir
El estudio también mostró que apenas un 9% logra ahorrar sin renunciar a los gastos no esenciales. En cambio, otro 30% solo guarda algo de dinero si limita sus compras a lo básico. La capacidad de ahorro sigue siendo baja, especialmente entre los sectores de menores ingresos.
En general, solo el 39% de los argentinos afirma que puede ahorrar entre un mes y otro. Entre quienes tienen ingresos bajos, ese número cae al 19%. La mayoría no llega a fin de mes con margen suficiente para planificar a futuro.
Además, el 47% declaró que apenas le alcanza para los productos básicos, o que directamente no llega. Esta situación es más grave entre los sectores más vulnerables: el 63% de quienes tienen ingresos bajos dijo estar en esa situación.
La caída del consumo impactó en casi todos los rubros. Los hogares priorizan el gasto en alimentos y ropa, pero aun así muchos no logran cubrir lo esencial. En el contexto del ajuste impulsado por Javier Milei, los consumidores modifican hábitos y redefinen el modo en que administran cada peso.