Una multitud de jubilados, organizaciones sociales y referentes sindicales se movilizó este miércoles desde el Congreso hacia Plaza de Mayo, en una jornada marcada por el reciente fallo de la Corte Suprema que dejó firme la condena contra Cristina Kirchner. La protesta fue acompañada por fuertes reclamos previsionales, el rechazo al veto presidencial al aumento de haberes y la crítica situación del sistema de salud.
Desde temprano, columnas de manifestantes se concentraron en Plaza Congreso y avanzaron por avenida de Mayo. Sin embargo, al llegar al cruce con 9 de Julio, un operativo policial impidió el paso. Hubo empujones, gritos y gases lacrimógenos cuando los manifestantes intentaron superar las vallas. Las inmediaciones de Casa Rosada fueron cerradas para evitar el acceso de los grupos más numerosos.
Reclamos previsionales y malestar económico encabezaron la protesta
La protesta, inicialmente convocada por jubilados autoconvocados, se amplió en los últimos días. Se sumaron colectivos feministas, trabajadores de la salud, movimientos sociales y agrupaciones sindicales como la CTA y la UTEP. Todos con un denominador común: el rechazo a los ajustes económicos, la eliminación de la moratoria previsional y la quita de medicamentos del PAMI.
El clima de tensión también se alimentó por el temor a una nueva represión, como ya ocurrió en otras movilizaciones recientes. La aplicación del protocolo antipiquetes del Ministerio de Seguridad dejó escenas de violencia que todavía están frescas en la memoria de los manifestantes.
Además del repudio al fallo judicial contra Kirchner, se reclamó por una “justicia democrática” y por el respeto a los derechos adquiridos. Muchos asistentes portaban carteles con frases como “no al ajuste a los jubilados” o “con la comida y la salud no se juega”. La protesta también se interpretó como una señal de descontento social frente al rumbo del actual gobierno.
La marcha a Plaza de Mayo reflejó el rechazo al ajuste y al fallo judicial
En paralelo, el Congreso debatía proyectos que incluyen un bono para jubilados, la prórroga de la moratoria y el aumento de los haberes mínimos. Desde el Ejecutivo ya anticiparon que estas medidas serían vetadas, advirtiendo sobre su impacto fiscal. El presidente Javier Milei las calificó de “populismo insostenible”.
La condena firme a Cristina Kirchner, que la inhabilita de por vida para ejercer cargos públicos, tuvo una fuerte repercusión política. En las últimas 24 horas hubo actos en Rosario, movilizaciones en Chaco y vigilias en su domicilio. La marcha del miércoles se leyó como una respuesta colectiva frente a lo que muchos consideran una proscripción.
Al final de la jornada, los jubilados no solo reclamaron por sus haberes, sino que visibilizaron el deterioro general del sistema previsional. “Nos están dejando sin futuro”, expresó una manifestante. La movilización a Plaza de Mayo dejó claro que el mal
