En medio de una creciente tensión política y judicial, la expresidenta Cristina Kirchner reunió este martes a los senadores de Unión por la Patria, referentes gremiales y dirigentes del Partido Justicialista (PJ) en la sede partidaria de la calle Matheu. El encuentro tuvo como eje el inminente fallo de la Corte Suprema sobre la causa Vialidad, que podría dejarla definitivamente fuera de competencia política.
La convocatoria incluyó a los 34 senadores peronistas, incluso aquellos que se habían distanciado en el bloque Convicción Federal. También se sumaron representantes sindicales que originalmente iban a deliberar en SMATA, pero trasladaron su reunión al PJ en señal de apoyo a la líder kirchnerista.
Unidad en alerta: un frente político y sindical contra el fallo
El día de ayer tuvo lugar la primera de estas reuniones, donde Kirchner recibió el respaldo de los legisladores y de la dirigencia gremial ante lo que consideran una inminente “proscripción” dictada por el Poder Judicial. La propia expresidenta reforzó esa idea al definirse como «una fusilada que vive» y al sugerir que ser encarcelada sería «un certificado de dignidad».
Entre los presentes se discutieron posibles medidas de fuerza si el fallo resulta adverso, entre ellas cortes de ruta, un paro general y una marcha federal. La CGT también emitió un duro comunicado en el que denunció una amenaza a la democracia y expresó su «apoyo incondicional» a Cristina.
El oficialismo sigue de cerca la sentencia desde el exterior
Mientras el PJ cierra filas en defensa de la expresidenta, en la Casa Rosada aguardan en silencio. Desde su gira en Israel, el presidente Javier Milei sigue con atención la situación, aunque sin pronunciamientos públicos. En su entorno dan por descontado que el fallo será adverso a Cristina y destacan que, a pesar del impacto simbólico, su inhabilitación refuerza la estrategia del oficialismo de cara a las elecciones.
En Balcarce 50 evitan cualquier declaración que pueda ser interpretada como presión sobre el Poder Judicial, aunque varios funcionarios reconocen que una condena firme a CFK podría alterar el tablero político: unir a una oposición fragmentada y revitalizar la figura de la ex mandataria como víctima del “lawfare”.
Debate en el Senado: la Corte y las tensiones institucionales
En paralelo a la cumbre del PJ, el Senado continúa con el debate sobre la ampliación de la Corte Suprema. Este miércoles está previsto que se retomen las discusiones en comisión sobre los ocho proyectos presentados, que proponen elevar el número de jueces y garantizar la paridad de género. En el Gobierno aseguran que buscarán postergar cualquier votación hasta después de octubre.
La reunión de este martes se leyó como una señal política frente al máximo tribunal, en un contexto en el que el kirchnerismo ya ha anticipado que, si se confirma la condena, acudirá a instancias internacionales.
El peronismo se reagrupa
En las últimas horas, distintos sectores del peronismo cerraron filas en torno a CFK. Incluso dirigentes enfrentados internamente, como Axel Kicillof, participaron del acto en la sede del PJ y valoraron el gesto político. Lo mismo ocurrió con Sergio Massa, quien envió una comitiva del Frente Renovador y llamó personalmente a la exmandataria para manifestarle su respaldo.
El mensaje desde Matheu fue claro: el kirchnerismo se prepara para dar batalla en todos los frentes si el fallo judicial le impide a Kirchner presentarse en las elecciones. Y, con la Corte a punto de pronunciarse, la tensión política en la Argentina escala a niveles inéditos.
