Muy fuerte fue lo que escucharon los televidentes de Cuestión de Peso, el ciclo conducido por Mario Massaccesi para Canal Trece. Pese a haber sido uno de los realities más cuestionados, el año pasado volvió a la pantalla chica de la mano de uno de los conductores más queridos y logró encontrar su lugar.
En esta oportunidad se vivió un momento muy emocionante en Cuestión de Peso, y es que Luisito finalmente llegó a su alta. En medio de tanta felicidad, Alberto Cormillot, también muy movilizado por el logro tan esperado del participante, le dejó una importante enseñanza. El doctor dejó muy pensativo a más de uno.
«Te cuento en un minuto el cuento de la vaca. Tenía uno de esos sabios que anda por los caminos en la India con un aprendiz y llegan a una casa muy pobre, una casa muy muy pobre. Era una familia con cuatro o cinco chicos. Bueno, los invitan, le comparten lo poco que tenían para comer», comenzó a contar Alberto Cormillot.
«A la mañana siguiente se despierta temprano el sabio con el alumno ‘¿De qué viven?’, les preguntan. ‘Mira, tenemos esa vaca y tomamos vivimos todos de la vaca’. Cuando se van a la mañana, antes de irse el sabio le corta el pescuezo a la vaca, le cortan la cabeza. Entonces se va y le dicen ‘¿Por qué le cortaste? ¿Por qué la la mataste a la vaca?’ Y no le contesta», relató.
«Un par de años más tarde vuelven, empiezan a buscar la casa pobre y no la encuentran. Encuentran una casa que estaba que estaba muy bien plantada. Entonces se ponen a hablar con una persona, ‘acá había un una gente muy pobre’, le dicen, y responden: ‘Sí, ¿sabes lo que pasó? Somos nosotros, pero resulta que teníamos una vaca y un día una persona muy mala nos mató la vaca y ya no dependíamos más de la vaca'», contó el doctor.
«‘Entonces nos tuvimos que arrendar para plantar y encontramos otras posibilidades que en ese momento no nos dábamos cuenta y ahí crecimos y empezamos a cultivar y a vender. Ahora tenemos esta casa hermosa y nos va bien’. La historia de la vaca», cerró Alberto Cormillot. Movilizado, Luisito no pudo ocultar su emoción al entender el mensaje del cuento.
«En tu vida ya no hay vaca y tampoco hay pasto, porque hablaste de morder el pasto, la banquina, y ya no hay pasto. Ahora tenés una vida muy organizada y la vida que querías tener, porque vos elegiste todo esto», le dijo Mario Massaccesi. Feliz, Luisito respondió: «Claro, uno va buscando su camino, ¿no? Tuve que morder el pasto. Supe morder el pasto, pero así mismo pegué el volantazo a tiempo».
