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MUNDO

Donald Trump celebra en la cumbre de la OTAN y refuerza la presión sobre Europa: “Hemos reafirmado la disuasión estadounidense”

El presidente estadounidense se atribuyó el cese de hostilidades entre Irán e Israel y celebró el aumento del gasto militar de los países aliados.

Donald Trump

Donald Trump cerró su participación en la cumbre de la OTAN con un mensaje que combinó tono triunfal y presión estratégica. Desde la ciudad holandesa de La Haya, el mandatario estadounidense aseguró que su país ha «reafirmado la credibilidad de la disuasión» tras el ataque contra instalaciones nucleares iraníes, en lo que describió como un «espectacular éxito militar».

Según Trump, la operación del fin de semana permitió destruir completamente la planta de enriquecimiento de Fordow, clave en el desarrollo del programa nuclear iraní. «Hemos allanado el camino hacia la paz tras la guerra de los 12 días», afirmó, en referencia al conflicto que sacudió Medio Oriente tras los ataques de Israel y las represalias de Teherán.

El rol de Estados Unidos en la ofensiva

Durante su intervención, el republicano se mostró confiado en que el enfrentamiento no continuará. «¿Puede la guerra comenzar de nuevo? Supongo que podría», admitió. Sin embargo, insistió en que Irán ha perdido capacidad operativa tras los bombardeos y aseguró que no hubo traslado de material nuclear, debido a su peso y complejidad logística.

Consultado sobre una posible reanudación de las negociaciones diplomáticas con Irán, Trump fue tajante: «En mi opinión, lucharon y la guerra terminó; ya no les queda más remedio».

Apoyo militar sin precedentes en la OTAN

Más allá del conflicto con Irán, la cumbre de la OTAN giró en torno a una decisión central: elevar de forma drástica el gasto en defensa. Los 32 países miembros acordaron comprometer al menos el 5% del PBI para necesidades militares hacia 2035. Un paso que Trump celebró como una «gran victoria».

Los aliados también se comprometieron a destinar hasta un 1,5% del PBI a seguridad interna, infraestructura crítica y fortalecimiento de las industrias bélicas locales. «Estamos presenciando el nacimiento de una nueva OTAN», afirmó el presidente de Finlandia, Alexander Stubb.

España, en el foco de las críticas

Trump no dudó en señalar a quienes considera los eslabones más débiles de la Alianza Atlántica. «Hay un problema con España», aseguró el martes, y se mostró molesto por la negativa del gobierno de Pedro Sánchez a comprometerse con el nuevo nivel de gasto.

El presidente español evitó un encuentro con Trump durante la cumbre y respondió con una frase diplomática: «España siempre es la solución, nunca el problema». Sin embargo, la presión estadounidense obligó a modificar el texto de la declaración final para permitir que países como España y Bélgica firmen sin comprometerse al porcentaje.

Una alianza cada vez más desigual

Los países más cercanos al conflicto ucraniano, como Polonia, los bálticos y los nórdicos, fueron los primeros en alinearse con la propuesta de Estados Unidos. Francia, Alemania, Reino Unido y los Países Bajos también respaldaron el incremento del gasto.

Pero otros miembros, enfrentando crisis fiscales internas, ya recortan partidas sociales y de ayuda exterior para volcar recursos al área militar. De fondo, planea la amenaza de una eventual retirada parcial de las tropas estadounidenses en Europa, lo que obligaría a los europeos a cubrir vacíos estratégicos con fondos propios.

Una OTAN más alineada con Washington

La declaración final de la cumbre ratificó el compromiso con el principio de defensa colectiva: un ataque a un miembro es un ataque a todos. También se reafirmó el respaldo soberano a Ucrania, aunque sin incluir referencias a una futura adhesión, como sí ocurrió en cumbres previas.

En paralelo, la Alianza avanzó en la aprobación de objetivos de compra individuales de armas, para fortalecer su base militar en el Ártico, Europa y el Atlántico Norte. Se trata de un diseño más descentralizado, pero completamente alineado con la estrategia militar de Washington.

Europa se rearma bajo presión estadounidense

La invasión de Rusia a Ucrania en 2022 fue el punto de inflexión. Desde entonces, la OTAN avanzó del 2% del PBI como gasto mínimo hacia el nuevo umbral del 5%, con revisión en 2029. El objetivo: disuadir a Moscú de avanzar más allá de sus fronteras actuales.

Sin embargo, algunas voces internas advierten sobre el impacto de estas exigencias en las economías más frágiles del bloque. El premier húngaro Viktor Orban —considerado el aliado más cercano de Vladímir Putin en Europa— volvió a minimizar el riesgo ruso: «No creo que Rusia represente una amenaza real. Somos mucho más fuertes».

Una victoria política para Trump

Trump, que ya había usado la cumbre de 2018 para desestabilizar a la OTAN, se retira ahora con un logro político evidente. No solo logró imponer sus condiciones, sino que dejó a buena parte de Europa reconfigurando sus presupuestos en función de una nueva lógica de guerra fría.

Mientras tanto, en Estados Unidos, el respaldo a su figura crece con cada golpe de efecto en política exterior. En medio de su campaña por la reelección, Trump aprovecha cada escenario internacional para mostrarse como el garante de una paz lograda a través de la fuerza.