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POLÍTICA

El ex Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, fulminó al peronismo: “La política no tiene nada para ofrecer, por eso ganó Milei”

El exreferente social criticó al kirchnerismo, calificó de “disparatado” el fallo contra Cristina y admitió que la democracia no cumple sus promesas.

Chino Navarro

Fernando “Chino” Navarro, histórico dirigente del peronismo y exfuncionario del Frente de Todos, reapareció con un tono crudo, alejado del relato partidario. Desde su nueva vida como empresario gastronómico, lanzó una crítica sin filtros a la dirigencia política y reconoció que el sistema ya no representa a la sociedad. «Milei ganó porque la política no tiene nada que ofrecer», afirmó en una entrevista con Infobae en Vivo.

Alejado del Movimiento Evita, Navarro abordó con dureza el presente del país y la condena a Cristina Kirchner, aunque sin replegarse al discurso K. “El fallo de la Corte es disparatado”, dijo. Sin embargo, su mensaje no giró en torno a la victimización sino a una profunda revisión interna del peronismo, que, según definió, “expresa la crisis de los argentinos”.

“Milei es el último mohicano”

Durante la charla, Navarro intentó explicar el fenómeno Milei no desde el rechazo, sino desde la resignación de una clase política que perdió el vínculo con la sociedad. “Sacó el 56% puteando y con una motosierra en la mano. La política tradicional no tiene nada que ofrecer. Por eso ganó”, resumió.

Para él, el presidente representa el fin de un ciclo: “Puede cerrar esta etapa en 2027 o 2031 si baja la inflación y logra una mínima estabilidad. Aun en la pobreza, si hay previsibilidad, puede volver a ganar. Porque el país estalla todos los días. En la inseguridad, en la violencia familiar, en el narco. Y él no reacciona ante eso. Sobrevive el más apto”.

El peronismo, entre la desorientación y la culpa

Aunque cuestionó el fallo contra CFK, Navarro no se alineó con el kirchnerismo. Apuntó directamente a la responsabilidad colectiva del sistema político: “El fallo es grave porque lo firmó la Corte. Pero también es nuestra culpa, nosotros los elegimos. No son marcianos que cayeron del cielo”.

“La Constitución habla de juez natural, debido proceso, legítima defensa. Nada de eso se respetó. Yo no creo que Cristina sea culpable, pero tengo dudas sobre la obra pública. Desde que mi viejo era funcionario en 1958 hasta ahora, siempre hubo irregularidades. Las dudas existen”, admitió.

Una vida nueva y una distancia voluntaria

Desde diciembre pasado, Navarro se retiró formalmente de la política y abrió tres cafeterías junto a su esposa. “Estamos sobreviviendo como todos los gastronómicos. El consumo cayó entre un 50 y 60%”, contó.

Dijo no haberse ido “enojado”, pero sí decepcionado: “Fui crítico del proceso del Frente de Todos. No pudimos resolver nada. Me alejé porque no tengo ámbito orgánico, ni bandera. Soy un animal político, pero hoy estoy en el sector privado”.

“La democracia no se va a caer, pero no está cumpliendo”

Navarro también reflexionó sobre el sistema democrático argentino: “No digo que vaya a interrumpirse, pero no cumple sus objetivos. Si da lo mismo un gobierno autoritario que uno democrático, estamos complicados. Hay que recuperar la sensatez, la solidaridad y dejar el odio”.

En ese marco, apuntó contra la superestructura política y económica que controla el país: “La política, los grupos económicos, los medios, los intelectuales: todos tenemos responsabilidad. Yo estuve 40 años, tuve cargos, me hago cargo. Pero hay una mayoría que la pasa mal y una minoría a la que siempre le fue bien”.

Sin vueltas: “No somos enemigos, pero no tenemos rumbo”

Aunque reconoció diferencias históricas con el kirchnerismo, especialmente desde 2011 por temas como la inseguridad y la inflación, su mensaje final fue un llamado a bajar los decibeles.

“No somos enemigos. Estamos en una democracia que necesita ser perfeccionada. Si en 10 años no entendemos que hay que priorizar el trabajo, el diálogo y la justicia independiente, ya va a ser tarde”, concluyó.