La Casa Rosada avanza en una propuesta para modificar el mecanismo con el que el jefe de Gabinete informa al Congreso, en cumplimiento del artículo 101 de la Constitución Nacional. El encargado de diseñar el proyecto es Oscar Moscariello, secretario de Relaciones Parlamentarias, y la intención es consensuarlo con los bloques antes de que Guillermo Francos vuelva a presentarse ante el Senado.
El propio ministro coordinador anticipó esta necesidad durante su última visita a Diputados, en abril, cuando expuso los límites del sistema actual. La intención oficial es clara: ordenar y dar previsibilidad al intercambio con ambas Cámaras, evitar repeticiones innecesarias y mejorar la eficiencia de las sesiones.
Francos cuestionó el desorden actual
Durante su informe del 16 de abril, Francos denunció el desborde en la cantidad de consultas enviadas por los legisladores. “Se hicieron 4.000 preguntas, muchas de ellas repetidas. Seleccionamos 2.300 para contestar. Es una tarea enorme para cada organismo”, remarcó.
El titular de la Jefatura de Gabinete también aclaró que “no existe una reglamentación conjunta” sobre cómo deben llevarse a cabo estos informes. Actualmente, cada Cámara establece su propio protocolo, pero el Ejecutivo no está legalmente obligado a seguirlos. “Lo correcto sería que se reglamente con una ley”, propuso.
Un formato desgastado y sin eficacia
Desde La Libertad Avanza señalaron que la metodología actual perjudica el desarrollo de los debates y sobrecarga a los ministerios con requerimientos sin criterio. “A Economía le llegaron mil preguntas con pocos días de anticipación. Las sesiones se vuelven pesadas y algunos legisladores solo buscan un minuto de fama”, afirmaron.
En ese sentido, el nuevo proyecto incluiría, además de un filtro de consultas, un tope horario para la exposición del jefe de Gabinete: entre tres y cinco horas por sesión. La medida apunta a mejorar el rendimiento institucional, sin desnaturalizar la obligación constitucional.
La respuesta a Pichetto
Durante el mismo debate, el diputado Miguel Pichetto cuestionó que las respuestas a las preguntas llegaran a los bloques el mismo día del informe, incluso después que a la prensa. “No hubo tiempo para repreguntar con seriedad. Nadie pudo leerlas”, expresó.
Francos recogió el guante: “Quiero hacer esta reflexión porque no es razonable este mecanismo. No hay una norma que indique ni con cuánta antelación ni cómo deben ser respondidas las preguntas. Lo que corresponde es ordenar esto con una ley”, insistió ante los legisladores.
Moscariello, el articulador
El borrador de la iniciativa está en manos de Moscariello, quien reemplazó a Omar De Marchi como nexo entre el Ejecutivo y el Congreso. Su rol es clave para acercar la propuesta a los jefes de bloque de ambas Cámaras y conseguir los consensos necesarios.
Aunque todavía se ultiman detalles, el objetivo del Gobierno es que la modificación esté lista antes de la próxima visita de Francos al Senado, prevista para la segunda quincena de junio. Así, buscan institucionalizar un formato que aporte claridad, evite el caos operativo y fortalezca la rendición de cuentas.