Realmente movilizante fue lo que se vivió en Intrusos, el programa que llevan adelante Adrián Pallares y Rodrigo Lussich a través de la pantalla de América TV. Fue allí donde se habló de las amenazas de muerte que recibió la China Suárez en las redes sociales, y que ella misma se encargó de exponer.
En el ciclo, dialogaron con Agustín Rodríguez, el abogado de la pareja de Mauro Icardi. «Entre el viernes y el sábado se publicaron unos chats de cuentas… en la denuncia estamos pidiendo a quién pertenecen, a ver si podemos llegar a ellos. Ahí amenazaron con dañar físicamente a Eugenia, ya no es solamente el hostigamiento del cual es víctima de una periodista, sino que es muy grave», lanzó.
«Tenemos que prevenir. Estamos viendo si con Wanda vamos con la cautelar o con una causa penal. Queremos ir sobre pasos firmes. Hoy nos ocupamos de esto que nos parecía de una gravedad absoluta. Es inaudito que alguien está sistemáticamente ocupándose de una figura del ambiente artístico durante seis meses todos los días», aseveró delante de Adrián Pallares y Rodrigo Lussich.
«A Yanina Latorre la hago responsable de lo que hizo ella, no de estos posteos. Yo me encargo personalmente de evaluar lo que se dice desde el punto de vista jurídico. Yo escucho que ustedes hablan de varios temas, ninguno de ustedes está todos los días posteando, haciendo una historia sobre Eugenia Suárez», manifestó el letrado.
«Sólo lo hace Yanina Latorre. Por eso quiero separar. No es en contra del periodismo. Yo soy abogado de periodistas y la función que tienen que hacer es informar, no descalificar ni calificar a una persona», sostuvo Agustín Rodríguez. «¿Cuando la China lo llama por este tipo de cosas lo llama angustiada, en un ataque de nervios?», indagó Paula Varela.
«El viernes ocurrieron cosas desagradables… se mostró el departamento donde vive Eugenia Suárez, que tiene tres hijos. Publicaron la calle donde vive. Decidimos actuar. Está muy preocupada Eugenia, está muy asustada. Hubo un mensaje diciendo que iban a atentar contra algún líquido contra ella, un ácido». sentenció el abogado.
