En la previa del partido decisivo entre River e Inter de Milán por el Mundial de Clubes, una declaración llamó la atención en la conferencia de prensa. Luis Enrique, actual entrenador del PSG, se refirió a Marcelo Gallardo y lo llenó de elogios por su trabajo al frente del club argentino. La frase fue directa, clara y contundente: “Gallardo es un entrenador de altísimo nivel. Es un gusto ver jugar a sus equipos”.
La apreciación del español sorprendió a muchos, no solo por lo rotundo del elogio, sino también por el momento en que llegó: a pocas horas de que el conjunto dirigido por el Muñeco se juegue su clasificación a los octavos de final. River llega con la obligación de ganar y con varias bajas sensibles en el mediocampo, lo que agrava la tensión en Seattle.
Franco Mastantuono, en el radar europeo
Durante la misma rueda de prensa, Luis Enrique fue consultado por Franco Mastantuono, una de las grandes promesas de River que se prepara para un futuro en el Real Madrid. Sin embargo, el técnico de PSG fue cauto al referirse al joven: “Es jugador de River actualmente, lo conozco por eso. No hablo de jugadores que no sean de PSG”, respondió con diplomacia, aunque dejando en claro que sigue de cerca su desarrollo.
Estas palabras llegan en un contexto donde Mastantuono empieza a ganarse minutos importantes en el torneo internacional, y a la vez define los últimos días con la camiseta del Millonario antes de dar el salto al fútbol europeo. Su presencia ante Inter será clave en un equipo que necesita reinventarse.
Gallardo, en modo urgencia para enfrentar al Inter
Después del empate sin goles frente a Rayados, Gallardo no quedó conforme con el rendimiento del equipo y ya trabaja en variantes tácticas. Las bajas de Enzo Pérez, Galoppo y Kevin Castaño lo obligan a rearmar el mediocampo, mientras analiza introducir un sistema con tres centrales para contrarrestar el poder ofensivo del equipo italiano que lidera Lautaro Martínez.
Con la calculadora en mano, River depende de sí mismo si gana, pero deberá estar atento al resultado entre Monterrey y Urawa en caso de empate o derrota. En medio de esa tensión, los elogios de un colega como Luis Enrique resultan un respaldo inesperado y valioso para el DT argentino.
La admiración cruzó el Atlántico, y mientras se juega el pase a la siguiente ronda, River se convierte también en vidriera de talentos como Mastantuono y en destino obligado para la mirada de los gigantes europeos.
