La histórica referente de derechos humanos y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, repudió con dureza la confirmación de la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad y advirtió que la Argentina está transitando un “proceso autoritario con rasgos dictatoriales”.
En una entrevista brindada a Radio 10, Carlotto expresó su profunda preocupación por el rumbo del país y lamentó el ensañamiento judicial y mediático contra la ex mandataria, a quien calificó como “una mujer querida y con méritos incuestionables”.
“Lo que están haciendo es despilfarrar venganza, odio, revancha. Verla a Cristina, nuestra querida amiga, en esta situación indigna… es un golpe a la democracia y a la dignidad del pueblo”, manifestó con visible indignación.
El fallo de la Corte Suprema, que ratifica los seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, fue duramente cuestionado por la dirigente, quien advirtió: “Estamos en una democracia que se está transformando en una dictadura, en una represión permanente”.
Estela de Carlotto reveló que junto a su organización difundieron un comunicado “muy fuerte” en el que comparan la actual situación institucional con regímenes autoritarios: “Lo tratamos como si fuera realmente una dictadura”, afirmó.
A pesar del escenario adverso, la presidenta de Abuelas dejó en claro que Cristina Kirchner no está sola:
“Está el pueblo con ella, la gente de bien. Están las Abuelas y estoy yo. Compartí mucho con Cristina, es una mujer valiente, puede salir adelante”.
En otro pasaje de la entrevista, Estela de Carlotto denunció el deterioro del país en manos del actual oficialismo:
“Esto ya deja de ser un Gobierno elegido —mal, pero elegido— por el pueblo. Están empobreciendo a la Argentina y hacen negocios a la vista de todos sin consecuencias”, expresó.
“El pueblo, muy tranquilo, acepta… pero hay que despertar”.
Con sus declaraciones, Carlotto se suma a la larga lista de figuras del kirchnerismo y del ámbito de los derechos humanos que ven en esta sentencia una maniobra de persecución política, más que un acto de justicia.