El presidente de Chile, Gabriel Boric, se pronunció contra del ataque lanzado por Estados Unidos sobre instalaciones nucleares en Irán. A través de un mensaje en la red social X, el mandatario chileno expresó su rechazo a la ofensiva militar liderada por el gobierno de Donald Trump y advirtió que constituye una violación al derecho internacional.
«Estados Unidos anuncia que acaba de bombardear centrales nucleares en Irán. Atacar centrales nucleares está prohibido por el derecho internacional. Chile condena este ataque de EEUU», escribió Boric, sumándose a la ola de reacciones internacionales tras el anuncio de la Casa Blanca.
El jefe de Estado chileno remarcó la importancia del respeto a las normas que rigen los conflictos armados, independientemente del poderío militar o político de los actores involucrados. «Defenderemos el respeto al derecho internacional humanitario en todas las instancias. Tener poder no autoriza a utilizarlo vulnerando las reglas que como humanidad nos hemos dado. Aunque seas Estados Unidos», expresó.
El mensaje del presidente generó amplio impacto en redes sociales, con más de tres millones y medio de visualizaciones en pocas horas. Diversas figuras políticas de la región y organismos de derechos humanos destacaron la postura del mandatario chileno, que insistió en su llamado a evitar una escalada de violencia en Medio Oriente.
«Exigimos y necesitamos paz», concluyó Boric en su mensaje, en un contexto de máxima tensión internacional tras los ataques lanzados por Estados Unidos en coordinación con Israel contra objetivos estratégicos en Irán, en medio de crecientes sospechas sobre el programa nuclear iraní.
Desde Irán amenazan con más ataques a Occidente
El gobierno iraní ya anticipó que tomará represalias «en el momento y lugar apropiado», mientras que la administración Trump justificó los bombardeos como «quirúrgicos» y orientados a frenar un supuesto avance hacia el desarrollo de armas nucleares.
Con esta declaración, Chile se posiciona entre los primeros países latinoamericanos en expresar abiertamente su condena al accionar militar de Washington, marcando una postura clara en defensa del derecho internacional y del principio de no intervención, pilares históricos de la diplomacia regional.
