River enfrenta una prueba decisiva este martes ante Rayados de Monterrey, buscando sellar su clasificación a los octavos de final del Mundial de Clubes antes de medirse con el complicado Inter de Milán. Sin embargo, lo que debía ser una jornada de optimismo se tiñó de preocupación: Marcelo Gallardo confirmó la baja de una pieza fundamental en el esquema ofensivo.
Driussi se pierde el duelo con Monterrey
Durante el encuentro ante Urawa Red Diamonds, que terminó con triunfo 3 a 1 para el conjunto argentino, Sebastián Driussi se retiró lesionado apenas después de marcar el segundo gol. El parte médico confirmó un esguince severo del ligamento interno del tobillo izquierdo, lo que lo deja fuera de competencia por varias semanas.
Gallardo se refirió con pesar a su ausencia: “No tengo un jugador parecido con esas características”, confesó el entrenador, dejando en claro la dificultad de encontrar un reemplazo natural. El DT señaló que probarán alternativas en los entrenamientos, pero admitió que perder a uno de sus jugadores en mejor forma es un golpe duro.
Gallardo elogia al rival y mide el desafío
De cara al choque frente a Monterrey, Gallardo no dudó en remarcar la importancia del partido: “Una final no es, pero sí un partido decisivo”, declaró. También elogió al equipo mexicano, al que definió como “un equipo grande, con muy buen plantel y un técnico de prestigio”, y destacó el rápido entendimiento que mostraron en su primer partido del torneo.
El objetivo es claro: evitar llegar al tercer partido con la necesidad de sumar ante un rival tan exigente como el Inter. La estrategia, sin embargo, deberá adaptarse a la inesperada baja del delantero.
El Muñeco y su visión del Mundial de Clubes
Más allá del foco inmediato, Gallardo también reflexionó sobre el valor de este tipo de competencias: “Nos pone en un plano de mostrar el juego de cada confederación, de medirnos e intentar acortar la brecha con los equipos poderosos de Europa”, señaló. Una mirada que va más allá del resultado, enfocada en el crecimiento del fútbol sudamericano.
River tendrá que reconfigurarse sin uno de sus estandartes ofensivos, pero el mensaje del entrenador fue claro: confía en el grupo y en la oportunidad que representa este desafío global.