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MUNDO

Irán amenaza a Rafael Grossi y lo denuncia ante la ONU por su postura sobre el programa nuclear

El régimen de Teherán advirtió que el argentino «pagará» tras la guerra y lo acusa de parcialidad en la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Rafael Grossi

En un nuevo capítulo de tensión internacional, el régimen de Irán lanzó una amenaza directa contra el argentino Rafael Grossi, actual director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y formalizó una denuncia en su contra ante las Naciones Unidas. La ofensiva verbal y diplomática se da en el marco de la guerra abierta entre Teherán e Israel, que ya lleva más de una semana de enfrentamientos cruzados.

Ali Larijani, uno de los principales asesores del líder supremo Ali Khamenei, publicó este sábado un escueto mensaje en redes sociales advirtiendo que Grossi «pagará» cuando finalice el conflicto con Israel. Sin brindar mayores precisiones, el mensaje fue interpretado como una amenaza velada que profundiza el deterioro del vínculo entre la república islámica y el organismo de control nuclear internacional.

Denuncia ante la ONU por supuesta parcialidad

La advertencia fue acompañada por una presentación formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU. En la misma, el representante permanente de Irán, Saeed Iravani, acusó a Grossi de «adoptar un enfoque sesgado» respecto del programa nuclear iraní, al tiempo que lo responsabilizó por declaraciones previas que, según la denuncia, violan el principio de imparcialidad que debe regir a los organismos multilaterales.

Iravani sostuvo que el titular de la AIEA omitió condenar los recientes ataques israelíes contra instalaciones nucleares en suelo iraní, mientras amplificaba la preocupación internacional por el nivel de enriquecimiento de uranio que desarrolla la nación persa.

Advertencia sobre el potencial armamentístico de Irán

Días atrás, Grossi había encendido las alarmas al advertir que Irán mantiene un volumen de uranio enriquecido al 60%, lo que lo coloca peligrosamente cerca del umbral del 90% necesario para fabricar armamento nuclear. «Ellos ya tienen el material suficiente como para producir entre seis y ocho bombas atómicas, aunque aún no han dado ese paso», aseguró en declaraciones radiales.

El funcionario argentino, que ha encabezado múltiples misiones de inspección en instalaciones iraníes, detalló que el enriquecimiento actual no equivale a la construcción de un arma, pero representa un avance significativo en esa dirección.

La posición iraní: diálogo pero sin renunciar al programa

En paralelo a la amenaza contra Grossi, el flamante presidente de Irán, Masud Pezeshkian, sostuvo una conversación telefónica con su par francés Emmanuel Macron. Allí expresó la voluntad de Teherán de avanzar en negociaciones con las potencias europeas, pero ratificó que bajo ninguna circunstancia suspenderán su programa nuclear.

«Estamos dispuestos a discutir y cooperar, pero no vamos a reducir nuestras actividades nucleares a cero», afirmó Pezeshkian. Además, advirtió que, en caso de nuevos ataques de Israel, la respuesta será «más aplastante y decisiva».

Macron exige garantías y llama al diálogo

Desde París, Macron reiteró su preocupación por el rumbo del programa nuclear iraní y dejó en claro que el objetivo de Europa es evitar que Irán acceda a armamento atómico. «Irán nunca debe tener armas nucleares y debe brindar garantías claras sobre el carácter pacífico de sus intenciones», señaló el mandatario francés.

El diálogo entre ambos líderes se dio tras una reunión mantenida en Ginebra entre representantes de la Unión Europea y diplomáticos iraníes, donde se abrió una nueva puerta a negociaciones multilaterales que, incluso, podrían involucrar a Estados Unidos.

Presión internacional y temor a una escalada regional

La amenaza contra Grossi y la denuncia en la ONU se suman a una creciente preocupación por el posible uso militar del programa nuclear iraní, especialmente en un contexto de conflicto abierto con Israel. En medio del fuego cruzado, el rol de la AIEA vuelve a colocarse en el centro de una controversia geopolítica con consecuencias globales.