El presidente Javier Milei y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, participaron este viernes 6 de junio de la firma de un acuerdo estratégico entre YPF y la energética italiana Eni, con el objetivo de avanzar en un ambicioso proyecto que permitirá exportar gas natural licuado (GNL) desde Vaca Muerta hacia Europa.
El convenio busca desarrollar el marco jurídico y financiero necesario para evaluar la viabilidad del emprendimiento, que contempla la construcción de un gasoducto desde la cuenca neuquina hasta la costa de Río Negro, y la instalación de dos buques de licuefacción que serán fabricados en astilleros chinos. La inversión proyectada ronda los US$10.000 millones.
Gas de Vaca Muerta al mundo: la estrategia argentina
El acuerdo fue rubricado por el CEO de YPF, Horacio Marín, y su par de Eni, Claudio Descalzi. Ambos ejecutivos se comprometieron a avanzar hacia una posible etapa de diseño e ingeniería (FEED) antes de fin de año, si los estudios resultan positivos. El proyecto replica la estructura del entendimiento que la petrolera nacional firmó con Shell en diciembre pasado.
Con esta iniciativa, Argentina podría consolidarse como un nuevo actor en el mercado global de GNL. La meta es ambiciosa: alcanzar una capacidad de exportación de 30 millones de toneladas anuales (MTPA) hacia 2030, lo que equivale a 141 millones de metros cúbicos diarios (m3/d) de gas natural.

Las unidades flotantes previstas con Eni podrían procesar en conjunto hasta 28 millones de m3/d, y ofrecerían ventajas frente a las plantas en tierra, principalmente por su flexibilidad operativa. Esta modalidad, además, permitiría escalar la capacidad en etapas sucesivas.
Un nuevo mapa energético: buques, alianzas y exportaciones
El primer buque de licuefacción, el Hilli Episeyo, actualmente opera en Camerún y se relocalizará en el proyecto argentino con una capacidad de 2,45 MTPA (11,5 millones de m3/d). El segundo, denominado MKII, está en construcción en China y podrá procesar 3,5 MTPA (casi 16 millones de m3/d).
Estos buques forman parte del proyecto impulsado por Pan American Energy (PAE), junto con la firma noruega Golar LNG. Para gestionarlo se creó una nueva empresa, Southern Energy, integrada por PAE (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar (10%).
La entrada en operación comercial de estas unidades está prevista para principios de 2027 y fines de 2028, lo que permitirá al país exportar unos 27 millones de m3/d, equivalente al 18% de la producción actual de gas.
Paralelamente, YPF avanza con la construcción de otros cuatro buques de GNL en asociación con Eni y Shell. Cada uno de estos proyectos —independientes entre sí— apunta a reforzar la capacidad exportadora del país en los próximos años.
La afinidad política, un acelerador clave
La velocidad con la que avanzó el acuerdo entre YPF y Eni sorprende: en apenas dos meses, desde el memorando firmado el 14 de abril, ambas partes ya firmaron el entendimiento formal. Detrás del ritmo inusualmente ágil hay un factor político: la sintonía entre los gobiernos de Milei y Meloni.
Para el oficialismo argentino, este tipo de alianzas internacionales no solo representa una oportunidad económica, sino también una reafirmación de su alineamiento con potencias europeas que comparten su visión liberal del mundo. En este contexto, Vaca Muerta no solo es una promesa energética, sino también un activo geopolítico en expansión.