Los sindicatos alineados con el kirchnerismo ya preparan una marcha para acompañar a Cristina Kirchner cuando se presente en los Tribunales de Comodoro Py para cumplir la condena que ratificó la Corte Suprema. Sin embargo, la Confederación General del Trabajo (CGT) no convocará un paro general y se limitó a otorgar “libertad de acción” a los gremios para decidir si adhieren o no a la movilización.
Este miércoles, la única medida de fuerza concreta provino de ATE Capital, la seccional porteña de la Asociación de Trabajadores del Estado, comandada por el dirigente ultrakirchnerista Daniel Catalano. El gremio dispuso un paro de 24 horas desde las 14 horas como señal de protesta por lo que consideran una “proscripción” de Kirchner tras la confirmación de su condena por corrupción en la causa Vialidad.
Mientras tanto, otros sindicatos afines al kirchnerismo barajan realizar una medida mayor para el día en que la exvicepresidente se presente a declarar y quede detenida, pero aún no hay definiciones concretas. El propio Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, planteó que “tiene que haber una gran movilización para acompañarla cuando tenga que presentarse a Tribunales” y sugirió que debería haber “interrupción de actividades” ese día.
La CGT se mantiene al margen
Desde la cúpula cegetista descartaron de plano una convocatoria orgánica. “No habrá paro general”, fue la respuesta de un alto dirigente consultado, que confirmó que cada gremio tendrá libertad para sumarse o no. Esa decisión refleja la incomodidad histórica de gran parte de la CGT con el liderazgo de Kirchner, con quien mantienen una relación distante desde hace más de una década.
La única manifestación oficial de la central obrera fue un comunicado difundido el martes, antes de que se conociera la sentencia definitiva, titulado “La democracia está en peligro”. En el texto, la CGT expresó su “más profundo repudio a la embestida mediática y política sobre la Justicia” y manifestó su “solidaridad y apoyo incondicional” a la ex presidenta. Sin embargo, evitó mencionar la posibilidad de medidas concretas.
El documento también comparó la situación de CFK con la del presidente de Brasil, Lula da Silva, y advirtió sobre “irregularidades” en el proceso judicial, como “difusión anticipada de medidas” o “manipulación informativa”, aunque sin ofrecer pruebas.
Presión de La Cámpora y resistencias internas
Los gremios más cercanos a La Cámpora presionan desde hace días para que la CGT encabece una respuesta contundente contra el fallo de la Corte. Sin embargo, puertas adentro prevalece una postura más cautelosa: muchos dirigentes no quieren quedar alineados con una figura que enfrenta una condena firme por corrupción.
Además, desde la propia CGT advierten que la Corte todavía debe pronunciarse sobre temas sensibles para el sindicalismo, como el capítulo laboral del DNU 70/2023 y el decreto 340 que regula el derecho de huelga. “No es momento de tensionar con el Poder Judicial”, admitió una fuente gremial.
En ese contexto, la movilización que se está preparando quedaría en manos de los gremios más radicalizados, con posibles paros parciales o sectoriales el día que CFK se entregue. Aunque algunos sectores buscan darle volumen político a esa jornada, todo indica que no contará con el respaldo explícito de la estructura sindical más poderosa del país.
