No hay dudas de que el fallecimiento de Silvina Luna todavía genera una gran movilización en el mundo del espectáculo. La modelo era una de las figuras más queridas, tanto por la gente como por sus colegas, y su partida generó un verdadero golpe en la farándula argentina.
A más de un año del fallecimiento de Silvina Luna, que falleció debido a una insuficiencia renal relacionada a una mala praxis que sufrió en una operación con Aníbal Lotocki, sus seres queridos todavía la recuerdan con mucho amor en los medios. Esta vez fue Natalia Fava quien eligió hablar de su querida amiga.
En conversación con Nicolás Peralta, Natalia Fava reveló cómo era su vínculo con la querida Silvina Luna. “Lamento en el alma la muerte de la gorda. Había hablado con ella diez días antes y si bien no éramos íntimas amigas, cada tanto yo la llamaba para ver cómo estaba en su tratamiento y cómo iba todo», comenzó la ex Gran Hermano.
“Ella, tan divina siempre, me respondía: ´Nati, todo bien, a ver si nos juntamos y nos tomamos un café“, agregó. Movilizada, Natalia Fava también reveló qué fue lo último que le dijo Silvina Luna antes de morir: ”Recuerdo que hablé con ella por última vez el 10 de junio, justo el día que se estaba yendo a internar para hacerse esos estudios y nunca más salió”.
“Dale, gorda, que podés y que cada vez falta menos. Se cubre esta infección y te podés hacer el trasplante, ya falta poco’, le decía», la alentó Natalia Fava en su última conversación. Y es que a Silvina Luna se la llevó una dura infección que frenó el proceso de trasplante que tanto esperaba la modelo, el cual le hubiera cambiado la vida.
“Esa última vez me agradeció, la noté animada, con ganas de recuperarse. ´Gracias, Nati, me das re fuerzas, creo que sí, ojalá pero cuesta mucho. Esto se está haciendo difícil, pero estoy con ganas de salir´. Siempre con voluntad de ir para adelante. Creo que, en el fondo, sabía que estaba en una muy difícil, por la forma en la que hablaba», recordó.
Natalia Fava también se refirió al problema de autoestima que llevaba consigo Silvina Luna. «Ella me contaba: ‘Ahora me voy a hacer esto, después esto otro’, y yo no paraba de decirle que no. ‘Gorda, sos hermosa, dejate de hacer pavadas, no te hagas nada, estás y sos divina’, le repetía. Me acuerdo de esa conversación y me quiero morir», contó.
