River ya está enfocado en su próximo desafío del Mundial de Clubes, donde enfrentará a Rayados de Monterrey este sábado. Pero la previa del encuentro se agitó más de lo esperado: una declaración de Lucas Ocampos, actual jugador del equipo mexicano y surgido en el Millonario, generó un profundo malestar en Marcelo Gallardo y varios integrantes del plantel.
Las palabras que no cayeron bien en Núñez
En diálogo con la prensa, Ocampos habló de lo que significa para él cruzarse con el club que lo vio debutar. “Lo siento, pero mi corazón va a estar dividido. Por un lado va el profesionalismo y por otro el sentimiento del hincha. Va a ser muy especial”, afirmó. Sin embargo, esa mezcla de afecto y respeto no fue suficiente para evitar la polémica.
Desde River no cayó bien que, a pesar de estas palabras, el delantero haya rechazado una oferta formal del club hace apenas unos meses. Según trascendió, el enojo no es nuevo y se intensificó tras sus declaraciones públicas. Para el cuerpo técnico y la dirigencia, sus gestos no están a la altura de quien dice mantener un fuerte vínculo emocional con la camiseta.
Gallardo y la dirigencia, molestos con su decisión
El periodista Hernán Castillo ya había revelado que Ocampos desestimó el interés del Millonario asegurando que quería quedarse en Europa. Lo que sorprendió fue que, en cuestión de semanas, apareció firmando contrato con Rayados de Monterrey. “Que digan lo que quieran. River lo fue a buscar y él dijo que se quedaba en Europa. De golpe se fue a México”, lanzó Castillo.
Incluso Jorge Brito, presidente del club, expuso públicamente su incomodidad. “Nos hubiera gustado tener la posibilidad de analizarlo. Ellos tomaron sus decisiones y está perfecto. Pero esperábamos una mayor consideración”, reconoció, en alusión al representante del jugador. El trasfondo dejó heridas abiertas que ahora se reavivan justo antes del cruce directo en el torneo.
Una historia que todavía duele
Con 30 años, Ocampos atraviesa un momento destacado en su carrera y fue titular en la victoria de Monterrey en la primera fecha. Pero en Núñez todavía pesa su negativa a regresar cuando el club lo necesitaba. En el Monumental no olvidan ni las palabras dulces ni los gestos fríos. Y si algo puede tensar aún más un partido internacional, es que en la cancha se crucen pasado y presente.
Así, el duelo por el pase a los octavos de final del Mundial de Clubes no será solo un choque de estilos futbolísticos. Será también un partido con carga emocional, con historia y con cuentas pendientes. Y todo eso empezó a jugarse desde las declaraciones de un hombre que, al parecer, no logró cerrar bien su propio círculo.
