El economista, Martín Redrado, criticó el modelo bimonetario que rige en la Argentina y reclamó un rol más activo del Estado para impulsar el desarrollo económico a través de obras de infraestructura y una política cambiaria más eficiente.
«El bimonetarismo es un problema que hay que resolver, no solo restringiendo la circulación de pesos, sino también generando el ingreso de dólares», afirmó Redrado, quien además pidió avanzar hacia un sistema de tipo de cambio completamente libre. «El sistema cambiario debería ser totalmente libre y regido por la oferta y la demanda, tanto para las personas físicas como para las empresas», explicó el expresidente del Banco Central en la exposición anual 70° de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).
A su vez, remarcó que la Argentina tiene pilares sólidos sobre los cuales puede apoyarse para avanzar en este proceso. «Hay pilares fiscal y monetario, sobre todo porque el Banco Central no actúa más como un ente financiador», señaló. Para Redrado, este es un paso importante, pero no suficiente, si no se acompaña con una agenda estratégica que incentive el desarrollo productivo.
«El Gobierno debería acelerar el llamado a licitación para la realización de muchas obras de infraestructura porque son clave para el crecimiento y el desarrollo económico», sostuvo el extitular del Banco Central. En ese marco, mencionó también el potencial inexplorado del país: «En la Argentina hay 320.000 hectáreas de las llamadas tierras raras que no están exploradas. Hay que lograr acuerdos que generen valor agregado a los bienes y recursos que tiene la Argentina».
Sobre el financiamiento, Redrado reconoció los antecedentes de corrupción en licitaciones, pero planteó una alternativa: «Esa circunstancia se puede resolver desarrollando un proceso de auditorías junto a los organismos multilaterales de crédito. La financiación puede llegar desde el Banco Interamericano de Desarrollo o del Banco Mundial, con auditorías de esos mismos organismos sobre la base de certificaciones de obra».
Redrado apoyó la privatización de empresas estatales con un marco normativo más claro y de largo plazo
En caso de no acceder a financiamiento multilateral, propuso otra vía: «Si no se puede explorar ese camino, hay que empezar a recorrer el proceso vinculado a las inversiones del sector privado. Es necesario extender los plazos de las concesiones. Un caso testigo puede ser lo que sucede con los ferrocarriles, que en su mayoría fueron privatizados durante la década del 90 y cuyas concesiones fueron prolongadas por un año y medio, un plazo que no permite planificar inversiones».
«Las concesiones deberían ser por plazos de 10 o 20 años, pero exigiendo que en ese lapso se realicen las inversiones necesarias para un funcionamiento eficiente. También se podría explorar el camino en el cual las empresas privadas construyen una obra necesaria, la operan obteniendo una renta y una vez finalizada la concesión, la entregan al Estado», comentó el exmarido de Luciana Salazar.
«Hay un nuevo paradigma internacional caracterizado por la competencia entre China y Estados Unidos. Hay que estar a la expectativa sobre las oportunidades de financiamiento de infraestructura que se abren en todo el mundo a raíz de esta disputa», concluyó.