El Papa León XIV, acompañado por miles de fieles en la Plaza de San Pedro, centró su intervención dominical en la creciente ola de violencia que atraviesa Nigeria y diversas regiones del mundo, e insistió en la necesidad urgente de recuperar el diálogo y la convivencia pacífica en todo el mundo.
En su mensaje, León XIV hizo referencia directa a conflictos activos en distintas partes del planeta, entre ellos Oriente Medio, Ucrania, Sudán y Myanmar. Sobre este último país, expresó: «Hago un llamamiento a todas las partes para que emprendan el camino del diálogo inclusivo, el único que puede conducir a una solución pacífica y estable». La situación en Myanmar continúa siendo crítica, a pesar de los intentos de alto el fuego, con enfrentamientos que incluso dañan infraestructura civil.
El Papa también lamentó profundamente lo ocurrido en Nigeria, donde el ataque a una misión católica en el Estado de Benue dejó un saldo de alrededor de 200 muertos. «Rezo para que la seguridad, la justicia y la paz prevalezcan en Nigeria, un país amado y tan afectado por diversas formas de violencia», comentó el sumo pontífice, quien se dirigió especialmente a las comunidades cristianas rurales, víctimas constantes de hechos similares.
La situación en Sudán no quedó fuera de su mensaje. León XIV recordó la muerte del padre Luke Jumu, sacerdote de la ciudad de El Fasher, alcanzado por un bombardeo en plena escalada bélica. «Al tiempo que aseguro mis oraciones por él y por todas las víctimas, renuevo mi llamamiento a los combatientes para que se detengan, protejan a los civiles y entablen un diálogo por la paz», sostuvo el jefe del Vaticano, quien también pidió a la comunidad internacional que refuerce la ayuda humanitaria en esa región.
El Papa León XIV destacó el deporte como herramienta de transformación social
En otro tramo de su intervención, el jefe de la Iglesia Católica cristiana se refirió al impacto del deporte como herramienta de transformación social, describiéndolo como «una escuela de respeto y lealtad que hace crecer la cultura del encuentro y de la fraternidad», frente a «toda forma de violencia y opresión». En ese sentido, insistió en que la humanidad debe elegir caminos de convivencia, aún en tiempos de fracturas profundas.
Antes de cerrar, el dirigente eclesiástico oriundo de Estados Unidos celebró la beatificación del joven mártir congoleño Floribert Bwana Chui, asesinado por oponerse a la injusticia. «Fue asesinado a los veintiséis años porque, como cristiano, se oponía a la injusticia y defendía a los pequeños y a los pobres. Que su testimonio dé valor y esperanza a los jóvenes de la República Democrática del Congo y de toda África», subrayó.
León XIV convocó a los jóvenes del mundo a prepararse para el Jubileo que tendrá lugar en mes y medio. Con un tono esperanzador, pidió la intercesión de la Virgen María, «Reina de la Paz», y reiteró su plegaria global: «Sigamos rezando por la paz en Oriente Medio, en Ucrania y en todo el mundo».