Ha quedado claro que Araceli González es una de las figuras más importantes del ambiente artístico, y es que es una de las actrices más queridas por la gente. La actriz ha protagonizado algunas de las novelas más importantes de la ficción argentina, lo que le ha dado un lugar de suma importancia en la televisión argentina.
Hace más de 17 años que Araceli González se encuentra en pareja con Fabián Mazzei, y han demostrado que están muertos de amor el uno por el otro. Así fue como, en una reciente entrevista, se animaron a abrir su corazón como nunca antes y contaron cómo inició esta bella historia de amor que ha cautivado a más de uno.
“Empezamos al revés de cualquier relación que empieza normal con florcitas de colores y todo es maravilloso y el mundo conspira para que esté todo lindo. El entorno nuestro no era nada lindo, estuvimos guardados por mucho tiempo. Nos pegaban de todos lados. Nos hizo fuertes y nos unió”, comenzó a contar Fabián Mazzei.
“La evolución fue progresiva, cada día era y es un despertar maravilloso. Nos acompañamos y tenemos proyectos en común… Además de compartir una vida similar a la hora de ser una familia. Yo le iba a decir algo y ella me dijo: ‘No, no me lo digas, por favor. No me lo digas porque yo también estoy pensando lo mismo’. Y ahí fue cuando dije: ‘Mmm, acá hay una conexión terrible que nunca me había pasado’. Transmisión de pensamiento, tan rápida…”, reveló.
En tanto, Araceli González confesó: “Fluyó de manera genuina y hermosa. Me di cuenta de que era el hombre de mi vida a los dos días de verlo. Me detuve y lo vi, lo vi literalmente. Y no se dijo una sola palabra. Era sentir de ambos lados que era por acá… Fue maravilloso, es difícil de explicar. Pasa o no pasa… Y por suerte pasó”.
Un doloroso momento
Fabián Mazzei también habló del difícil momento que atravesaron cuando Araceli González perdió un bebé: “Cuando se empieza a formar, los médicos dicen que se forma un ‘saquito’, entonces yo después hice alusión a eso. No llegó a formarse por estrés, estábamos viviendo una situación complicada y se perdió. Estuvo una semana, cinco días, fuimos y a la otra semana ya no estaba”.
“Yo no lo viví bien, lo viví mal, porque era como que me hubiese gustado en ese momento. No me importaba nada. No me importaba la situación, no me importaba el entorno, no me importaba nada. A veces la vida nos juega una pasada así y uno lo tiene que aceptar”, recordó muy movilizado.
