Consciente de lo que está en juego, Ricardo Gareca no esquivó el tema más esperado en conferencia de prensa: el choque frente a Argentina por una nueva fecha de Eliminatorias Sudamericanas. El técnico de Chile, que aún pelea por el repechaje rumbo al Mundial 2026, brindó su mirada sobre la Albiceleste de Scaloni, la vuelta de Messi, y los desafíos que enfrentará su equipo en un duelo marcado por la historia y la tensión.
A pesar de que la Selección Argentina ya aseguró su lugar en la próxima Copa del Mundo, Gareca no cree que eso aliviane el encuentro. Por el contrario, remarcó que enfrentarlos «en cualquier contexto es complicado», y que la rivalidad histórica entre ambas selecciones convierte cada partido en una batalla mental y táctica. “Argentina sale a ganar en cualquier lugar”, aseguró con seriedad.
“Tenemos que tener mucho cuidado”
En su análisis, Gareca reconoció la solidez del proceso argentino y valoró la manera en que Scaloni fue consolidando al plantel con decisiones acertadas. “Están haciendo un proceso muy maduro y con resultados a la vista”, destacó, mientras advertía que, incluso con bajas, la jerarquía del equipo no se ve afectada. La reaparición de Lionel Messi genera respeto, pero también representa un estímulo para su equipo.
“Tenemos que tener mucho cuidado, ellos están jugando con un alto nivel”, subrayó el ‘Tigre’, quien también resaltó cómo la Argentina supo integrar a jugadores poco reconocidos inicialmente, dándoles rodaje y protagonismo en un ciclo exitoso. Para él, la clave será mantener el foco, soltarse en el juego y no dejarse llevar por la presión del contexto.
Cómo se prepara Chile y qué se juega Gareca
Más allá del análisis del rival, el DT argentino dejó claro qué espera de sus dirigidos: un equipo intenso, concentrado y capaz de imponer su juego sin renunciar a la ambición. “Necesitamos estar concentrados, hacer nuestro juego y no jugar atados”, explicó. Según él, la posibilidad de lograr un buen resultado depende de mantener la calma bajo presión y encontrar un equilibrio entre la urgencia y el disfrute del juego.
Por último, Gareca fue honesto al referirse a su propio futuro en el cargo. Las próximas dos fechas marcarán un antes y un después en su continuidad. “Si no me va bien en estas dos fechas y no hay chances matemáticas, los dirigentes pueden decidir lo que quieran. Están en su derecho”, expresó con franqueza. Aun así, dijo estar dispuesto a cumplir su contrato si recibe respaldo institucional.
Un partido que se juega en el alma
Argentina y Chile no se enfrentan solo por puntos. Lo hacen por una historia cargada de tensiones, por el orgullo de dos pueblos futboleros, y por la necesidad de afirmarse en el presente. Gareca lo sabe, y su mensaje fue claro: su equipo está listo para competir, pero no puede permitirse ni un segundo de distracción frente a uno de los mejores del mundo.