El acto por el Día de la Bandera dejó al descubierto un nuevo capítulo del distanciamiento entre Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel. Mientras el jefe de Estado eligió celebrar la fecha patria con un acto militar en el Campo Argentino de Polo, en Palermo, Villarruel se trasladó a Rosario para participar del homenaje tradicional en el Monumento Nacional a la Bandera.
El contraste entre ambos escenarios fue evidente, tanto en lo simbólico como en lo político. El presidente estuvo acompañado por autoridades militares y funcionarios del Ejecutivo nacional, mientras que la vice se mostró con el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
Villarruel evitó el acto presidencial y lanzó una indirecta
Desde Rosario, Villarruel dejó una frase que fue interpretada como una chicana directa al mandatario: «No hay otro lugar en Argentina para estar más que acá». La afirmación tuvo como contexto el acto central de conmemoración a Manuel Belgrano, y contrastó con la decisión de Milei de mantenerse en Buenos Aires para un evento paralelo con fuerte impronta militar.
Consultada sobre la ausencia en la actividad encabezada por el Presidente, la titular del Senado fue tajante: «No me invitaron». Además, al ser interpelada sobre las declaraciones de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich —quien afirmó que «la representación del Gobierno estará en el Campo de Polo»—, Villarruel deslindó responsabilidades: «Lo que digan los demás se tienen que hacer cargo los demás».
Milei reforzó su visión sobre la soberanía y la defensa
Por su parte, Milei pronunció un discurso centrado en el rol de las Fuerzas Armadas, en el que criticó con dureza el uso histórico de la soberanía como excusa para el crecimiento del Estado.
«Se llenaron la boca hablando de soberanía, como si la soberanía fuera agrandar el Estado con fin en sí mismo, en lugar de asegurar la prosperidad del pueblo», lanzó el Presidente, y remarcó que esa visión «es una verdadera deshonra para quienes forjaron la patria poniendo en juego su vida».
En su alocución, Milei también apuntó contra los gobiernos anteriores por el desfinanciamiento del sistema de defensa. «Durante años la política utilizó a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto. La política desatendió las nuevas amenazas globales», aseguró.
Se profundiza el distanciamiento en la cúpula del poder
La participación separada de Milei y Villarruel en los actos oficiales alimentó las versiones de una fractura política cada vez más evidente. Aunque ambos mantienen formalmente sus cargos, sus agendas, prioridades y señales públicas transitan caminos distintos. Desde el oficialismo, algunos funcionarios expresaron en reserva su malestar por la actitud de la vicepresidenta, a quien acusan de construir su propio perfil en contraposición al liderazgo presidencial.
Aun así, Milei evitó hacer referencias directas a Villarruel durante el acto. En cambio, se enfocó en transmitir un mensaje de agradecimiento y compromiso a las familias de los jóvenes que se incorporan a las Fuerzas, a quienes calificó como «los nuevos protectores de la patria».