En una entrevista con Eduardo Feinmann, el director ejecutivo de AmCham Argentina, Alejandro Díaz, detalló las cinco medidas que, a juicio de la entidad, resultan imprescindibles para reactivar la inversión y el comercio en el país.
Díaz, referente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, advirtió que el escenario actual desalienta la llegada de capitales extranjeros, y que es necesario enviar señales claras a los inversores de largo plazo.
“Son las medidas necesarias para dar mensajes claros a los inversores de largo plazo”, afirmó.
Las 5 reformas que AmCham considera prioritarias:
- Libre acceso al mercado de cambios
- Revisión integral de la carga tributaria
- Diseño de un modelo económico sostenible en el tiempo
- Mejora de la infraestructura
- Actualización del marco de legislación laboral
“La preocupación para un inversor es localizar inversiones en un país donde no se pueden girar dividendos y regalías o no tiene libertad para la cancelación de deudas”, sostuvo Díaz.
El directivo también apuntó a los altos niveles impositivos como un obstáculo decisivo:
“La carga tributaria es otro factor determinante” para explicar por qué Argentina no es competitiva, subrayó.
El «efecto péndulo» y la falta de previsibilidad
Uno de los principales problemas que destacó Díaz fue la ausencia de una política económica a largo plazo, lo que, en sus palabras, genera una constante incertidumbre.
“Hemos visto en los últimos 20 años el famoso ‘efecto péndulo’, donde no hay medidas de largo plazo. Necesitamos que los actores definan cuál va a ser ese largo plazo para que el inversor entienda esa dinámica”, expresó.
Díaz advirtió que la inestabilidad política también contribuye al clima de desconfianza.
“Claramente la inestabilidad política hace que haya un sesgo de desconfianza”, aseguró.
Pese a la crítica, el titular de AmCham vislumbró una ventana de oportunidad para el país:
“Estamos en una ventana clave para la Argentina en los próximos 20 años”, explicó.
“Si aprovechamos los recursos, apostamos por una política macroeconómica estable y una apertura al mundo, podemos comenzar un proceso de recuperación después de casi dos décadas de amesetamiento”, indicó.
Finalmente, dejó una definición tajante:
“Si se cambia el enfoque que viene teniendo esta administración, probablemente entremos en otro proceso. Pero si no, la situación de pobreza y vulnerabilidad continuará”, sentenció Díaz, y concluyó:
“Dependerá en general de la sociedad argentina si está dispuesta a avalarlo o no”.