El anuncio del presidente Javier Milei de vetar la ley que eleva las jubilaciones, restituye la moratoria y declara la emergencia en discapacidad no fue solo una advertencia política: activó una compleja ingeniería legislativa. El oficialismo necesita al menos 86 votos en Diputados para sostener el veto presidencial y evitar que la oposición reúna los dos tercios necesarios para insistir con la norma. El año pasado, la misma Cámara respaldó al Presidente con 87 votos, a los que luego se bautizó como «héroes».
Ahora, con un escenario más tensionado por los conflictos fiscales con los gobernadores, la Casa Rosada busca reconstruir esa mayoría mínima que le permita blindar su política de ajuste y superávit. Las cuentas están en marcha y la negociación, también.
La base libertaria y aliados fijos
El núcleo duro de La Libertad Avanza cuenta con 38 diputados propios, a los que puede sumar sin demasiadas complicaciones a los representantes del MID, Avanza Libertad y otros bloques menores que votan en tándem. A eso se agrega el interbloque del PRO, donde hay al menos 15 votos firmes a favor del oficialismo, especialmente entre los legisladores alineados con Patricia Bullrich y Cristian Ritondo.
El Gobierno espera que, con la alianza electoral ya cerrada en la provincia de Buenos Aires, se logre disciplinar al resto de la bancada amarilla, incluyendo a los nueve diputados cercanos a Mauricio Macri que meses atrás se abstuvieron. «Con los acuerdos sellados, es cuestión de tiempo», deslizan desde la bancada oficialista.
Radicales con peluca y acuerdos tácticos
Otro grupo clave está compuesto por radicales disidentes, también llamados «radicales con peluca». En septiembre del año pasado, fueron decisivos para alcanzar los 87 votos. Legisladores como Martín Arjol (Misiones) y Mariano Campero (Tucumán) han mostrado señales de autonomía, incluso votando en favor de emplazamientos opositores en temas sensibles. Sin embargo, en los papeles aún responden a La Liga del Interior, espacio que mantiene canales abiertos con la Casa Rosada.
En el oficialismo creen que, mientras no se rompan los puentes con los gobernadores que los respaldan, este grupo podría sostener su apoyo si se evita forzarlos a definiciones públicas.
Provincias que negocian: Salta, Misiones, Río Negro
El bloque Innovación Federal, que responde a los gobernadores de Salta (Gustavo Sáenz), Misiones (Hugo Passalacqua) y Río Negro (Alberto Weretilneck), fue funcional al Gobierno en momentos clave. En la votación de 2024, varios de sus miembros se abstuvieron o directamente no bajaron al recinto, lo que ayudó a reducir el quórum necesario para alcanzar los dos tercios.
Ese es otro camino posible: si no logran 86 votos afirmativos, también sirve reducir la cantidad de presentes para que el rechazo al veto sea aún más difícil.
Incertidumbre en San Juan y Tucumán
Las provincias de San Juan y Tucumán también aportaron votos importantes el año pasado. Sin embargo, las últimas votaciones muestran un escenario menos sólido para el oficialismo. La diputada sanjuanina Nancy Picon votó a favor del aumento previsional y otro legislador estuvo ausente. En Tucumán, los tres diputados del bloque Independencia, que en 2024 apoyaron a Milei, ahora se alinearon con la oposición.
Aún así, en el oficialismo creen que no todo está perdido. “Los gobernadores quieren negociar, no confrontar. Si la Rosada ofrece lo correcto, pueden volver”, deslizan fuentes cercanas al bloque de LLA.
El toma y daca que ya comenzó
Consciente del valor de cada voto, el oficialismo ya activó gestiones reservadas, con ofrecimientos puntuales, presión política y promesas a mediano plazo. “Cuando se juega un veto presidencial, hay mucho para ofrecer”, admiten sin rodeos en el entorno de Martín Menem. En ese marco, se especula con designaciones provinciales, partidas específicas y avales para candidaturas como parte del paquete negociador.
En paralelo, se analiza repetir la estrategia de 2024: apuntar a la abstención de bloques díscolos y asegurar que el quórum sea bajo, lo que facilita sostener el veto con una mayoría simple.
Milei no negocia la ley, negocia los votos
Para Milei, la ley votada en el Senado es “inviable” desde el punto de vista fiscal. La prioridad es proteger la consistencia del programa económico, y por eso el veto no está en discusión. Lo que sí se negocia, voto a voto, es la posibilidad de sostenerlo en Diputados.
El objetivo, como en 2024, es que al menos 87 diputados vuelvan a convertirse en “héroes”, no por convicción ideológica, sino por cálculo político. En la Argentina de la motosierra, la política también se juega en la aritmética parlamentaria.