La conmoción es total por estas horas a raíz de todo lo que está sucediendo después de la muerte de la Locomotora Oliveras. Esto tiene que ver con una denuncia que llegó a la Justicia sobre el posible consumo de anabólicos que podría haber derivado en su fallecimiento, por lo cual se suspendió su cremación para realizar una autopsia.
Fue en Canal Trece, más precisamente en Mujeres Argentinas, donde se manifestaron al respecto y dialogaron con el doctor Fernando Cichero, quien no se guardó absolutamente nada. «Todo remedio es veneno depende a dosis», comenzó diciendo.
«Cualquier medicación se puede transformar o tener efectos adversos y contraindicaciones graves. El hospital Cullen es uno de los hospitales más serios de Santa Fe. Ellos diagnosticaron una obstrucción de la carótida derecha con un accidente de placa que le produjo el ACV», expuso el médico sobre la Locomotora Oliveras.
«Yo les voy a hacer una referencia. En cualquiera imagen que ustedes hayan visto de la Locomotora Oliveras en los últimos diez años, se ve perfectamente que el volumen corporal es casi el doble del que tenía. Eso no se hace comiendo huevo y tomando leche. Se necesita medicación. Eso es irrefutable», apuntó dejando a todos con la boca abierta.
«Que en ese momento lo haya estado tomando es otro tema. Los anabólicos producen tres efectos no deseables en el cuerpo. El primero es que son procoagulantes, porque inhiben la acción de la fibrina. Segundo, disminuyen la producción de óxido nítrico, que es una sustancia que produce el propio cuerpo para dilatar las arterias», dijo Fernando Cichero.
«Como los anabólicos necesitan que haya mucha energía para aumentar la masa muscular, le dicen al hígado que aumente el volumen de colesterol en sangre. Los anabólicos tienen que tomarse con mucho cuidado y bajo por lo menos control médico, no control del gimnasio ni del personal trainer», finalizó.